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Narra Charlie.

—Estoy bien —les digo a todos.

Ha pasado muchas cosas aunque los demás no lo vean.

Entre la espera que sufrí para el día de mi cita con el doctor general, que llego ese momento donde tuve que explicar que ocurría, frente a mi madre y el doctor, además lo que más me causa pánico es que me derivaron a "un servicio de trastorno de la conducta alimentaria" que recién podrán verme el 4 de enero... Estamos en septiembre.

¿Estoy siendo un idiota? ¿Cuando no? Soy un maldito problema que arruina el día de los demás. Nadie debería cargar conmigo, ni mi familia, amigos y menos Nick...

Me causa pánico confesarle a Nick que en realidad me aterra "recuperarme", yo le dije que no podía, mis pensamientos solo me dicen que debí disimular mejor y ni hablar. Por eso ahora me estoy guardando todo desde hace un tiempo.

Cada día tengo menos energía para pelear con mi mamá a la hora de la comida, entonces solo me siento en la mesa para "comer" aunque use trucos que encontré en Internet para evitarlo, aunque aún así necesito algo aparte para sentirme en control real.

Tal vez por eso es mi nueva actitud con las clases, yo decido cuando ir, que clases entro y cuales no, si decido ir al salón de arte para evitar ir al comedor como hago ahora mismo mientras ni el propio profesor está.

En ese salón a solas recuerdo otro día que me escape de clases con Darcy, esa chica tan llena de vida aun con todo lo malo de su vida que oculta, fue curioso pasar una tarde los dos juntos en un centro comercial donde nos quedamos horas viendo productos extraños o ropa.

—Ahora soy una vaquera —dijo Darcy en el lugar.

Ese día teniamos camisas corrientes, ella con la falda del uniforme y yo con el pantalón, con unas mochilas. Era tan obvio que escapamos de clases, pero parecía no importarle al mundo aunque si nos descubren nuestras parejas nos jalarian de las orejas.

—Tara es tan estudiosa, quisiera que debes en cuando acompañará mus locuras —se queja Darcy viendo una libreta morada con bastante flores— si estuviera aquí amaría esta libreta.

—Comprala, luego se la das como regalo para un aniversario o para que no te mate cuando descubra algo —propuse a la par que veía póster de cantantes.

—A mi Tara no me mataría jamás, por otro lado Nick anda muy protector contigo y me matará cuando se entere que te ayude a huir de clases —Darcy entonces agarra un hueso pequeño de goma— pero este chantaje para Nellie debe salvarme.

Fue curioso que ese día la pasáramos tan bien juntos, no recuerdo con Darcy quedarme a solas jamás, todo surgió tan natural ese día y me sentí normal cuando ella compró una hamburguesa sin que me insista en que yo también debía comer.

De ese día quedan los recuerdos de fotos con sombrero de pinguino y unicornio  aunque nadie más ha visto, ni siquiera Tara o Nick, porque ese día se volvió un día de solo nosotros dos como amigos.

—Charlie ¿Cuánto tiempo llevas aquí? —se queja Tao entrando al salón de arte y volviendo mi cerebro al presente— te estuve buscando.

—¿Si? —pregunto con poco interés y energía. Estaba en una lucha por no caer por lo pesado que sentía el cuerpo.

Luego de lo sucedido en casa de Elle, se podría decir que me reconcilie con mis amigos y con Nick, aunque es algo tenso todo aún. Todos tienen preguntas, de mi grupo de amigos hasta Tao sabe lo que me pasa porque parece que ahora notan las pistas que tanto quiero volver a esconder.

—La profesora de matemática pregunto por ti hoy, me pidió que te dijera que estas faltando mucho y que hoy le avisara a dirección —me dice Tao, se sienta a mi lado como su forma de darme apoyo.

—Apenas son dos semanas desde que falto a clases, y ni es a todas, exagera. —digo aunque se que tiene la razón la profesora.

—Y además es inicio de año —me apoya Tao— pero si deberías ir aunque sea a dormir en el banco, te ves cansado.

—En casa dormiré —digo.

—¿Ya terminaste tu lonche? Los chicos nos esperan en el patio —me avisa Tao

—Sí, ya me la comí, vamos con los demás —hablo con confianza, lo que nadie debe saber es que tire mi comida a la basura apenas pude para evitar la escena de la otra vez.

Entonces caminamos hasta el lugar indicado, en una mesa donde da el sol directo están todos y yo solo maldigo porque este calor no me ayuda a disimular mi malestar. Siente mucho calor, empiezo a sentir que me ahoga un poco y me da más hambre.

Por suerte, a los pocos minutos de sentarme y hablar con los chicos, llega un chico muy conocido que me abraza desde atrás

—Hi —me dice.

—Hi —respondo con una sonrisa.

Ese chico confiado me toma la mano para decirle a mis amigos que me va a secuestrar unos minutos y luego llevarme cerca de las canchas de rugby donde nos sentamos en el suelo.

No recuerdo que decíamos, solo me relaje y estuve feliz que el sol no nos molestara. Todo era paz, unos besos delicados combinados con abrazos largos, mezclas de palabras ridículas hasta que me acuesto en sus piernas para decidir levantar mis manos para apretar sus mejillas quedando a la vista mis brazos.

Nos quedamos en silenció.

—Char... —veo como Nick suspira, parece que trata de mantener la calma mientras con precaución acerca sus manos a mis mangas para bajarlas más.

Yo no me resisto, solo empiezo a llorar porque de verdad no deseaba preocuparlo. Y tal vez por eso hasta me niego a mi mismo que lo hice ¿por qué otra razón no pienso ni en eso? Miento a todo el mundo, incluyéndome.

—Yo... Ya no importan, en poco tiempo se sanaran —digo.

No debo ponerme a la defensiva, Nick no intenta atacarme, es innecesario que niegue lo que vio.

—¿Quieres hablar de eso? —me pregunta, aprovecha que estoy acostado en sus piernas y me acaricia mi pelo.

Ver que no me juzga es tan irreal, pero lo que necesitaba.

—Solo... Fue un desliz, en unos días no se notaran —me excuso.

Nick no me mira mal, solo asiente a mi respuesta. Sin darme cuenta continuo hablando hasta que estoy al borde del llanto, ahora sentado a su lado.

Hoy Nick me acompaña a casa.

🍂Situación Delicada🍂 [Nelspring-Heartstopper]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora