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Narra Charlie

Estar internado no es de cerca lo que esperaba, tuvo cosas malas y buenas que no esperaba.

Conocí personas que también la pasan mal, me di cuenta que no estoy solo en ese sentido y que muchos pensamos que solo somos un estorbo.

La gente en este lugar fue un lado positivo y negativo, personas que eran amables, personas que se desahogaban con cualquiera que viera, personas que solo se aislaban, en ese lugar teníamos de todo y yo no sé dónde clasificarme.

La hora de la comida es lo más conflictivo y fue hasta más aterrador de lo que imagine. Quise correr fuera del comedor el primer día, tire la comida al piso en un arrebato de nervios, me quede llorando frente a un plato durante horas con una enfermera y una psicóloga a mi lado, me descubrieron usando mis trucos, me dieron de comer en la boca porque no era capaz de usar los cubiertos aunque aceptaba comer de forma milagrosa, me prohibieron tomar mucha agua, evitaron que fuer corriendo a un baño luego de comer solo por primera vez. Sabía que sería difícil, lo que no esperaba era mis reacciones y como el personal estaba preparado para todo eso.

Otra cosa sorprendente fueron las terapias individuales, hablar de mis problemas con sinceridad fue todo un desafío, pero sigo ocultando cosas que me preocupan por miedo. Tendré que seguir en terapia mucho tiempo.

Yo no quiero contar mucho de mi mismo, la psicóloga dice que debo hacerlo y que le cuente mis pensamientos, me niego a hacerlo porque quiero evitar que sepa la forma que me enoja darme cuenta que todos me han robado el control, que mi cuerpo me desagrada por los cambios que no pude elegir por todas esas comidas y que yo acepte estar internado, no obstante aun deseo que nadie hubiese visto mi problema para seguir igual que antes.

No puedo decir nada de eso a la psicóloga, menos hoy que por fin vuelvo a casa.

Esta vez todo irá mejor, lo sé.

—¿Listo, Charlie? —me pregunta mi psicóloga con una sonrisa forzada.

Ella considera que es muy pronto para que salga. Nick me contó que ella recomendó que me quedara durante diciembre en el centro psiquiátrico, que las fiestas navideñas suelen ser muy difíciles para gente que recién empieza tratamiento.

—Sí, estuve esperando este momento.

Yo también sonreí, pero la mía fue sincera, la emoción recorría todo mi cuerpo.

Mi papá y hermana mayor vinieron por mí. En el trascurso del viaje del auto Tori escondía su cabeza en mi cuello.

Fue lindo ver la vida real de nuevo, aunque aterrador por pensar en cómo sería volver a clases o el tema de las comidas, no me cure de un día para otro.

Cuando llegamos a casa intente sonreír, tome mis cosas para entrar con la esperanza de ver a Oliver jugando. Sin embargo me llevé la sorpresa de todos mis amigos en el sofá con mi hermano, para ver al fondo mi mamá proporcionando platos con galletas. Apenas notaron mi ausencia Tao se lanzó a abrazarme, a la par que me regañaba "porque mi novio no sabía nada de buenas películas".

Luego de horas escuchando a todos hablar disparates, que se turnaran para darme abrazos, empecé a sentir sueño y no pude evitar dormir encima de Nick.

Se sentía bien estar en casa de nuevo, pero era consciente que todo era muy bueno para ser realista.

No pasaron ni dos horas desde que llegue a casa y era hora del almuerzo, nada de otro mundo, pude salir porque mostré mejoría al comer todo lo que me servían en el plato y eso debía seguir haciendo aquí, tenía un horario con un menú específico, eso era ordenado, me preparaba para saber cuando debería enfrentarme de nuevo a ese desafío además de ser consciente de con que comidas.

No esperaba que mamá se saltará varios puntos de mi menú, que me sirviera jugo en lugar de agua, que me dejara servilletas, que fritara el pollo y aumentará mi cantidad de alimento sin aviso, cuando eso estaba prohibido para evitar que entrará en colapso como ahora.

—¿Qué pasa, Charlie? —pregunta Tori al no verme comer.

—Es que... Es mucha comida, y no es lo que dice el menú —susurré.

Temo causar problemas, pero en verdad me cuesta tan solo ver el plato hoy.

—Ese menú era muy estricto, la dosis de comida eran mínimas, nunca recuperarás tu peso con esas comidas. —interviene mamá, parece segura de que toma la decisión correcta.

—Pero no puedo con tanto aún, y el pollo... —balbuceo.

—¿Qué tiene el pollo? —pregunta papá.

—Es frito, no a la plancha.

—¿Y? Solo come, no somos restaurante Charlie, aquí se cocina para toda la familia —dice mamá.

Sé que debe estar agotada, trabajo, cuidar a Oliver, buscarme en el psiquiatrico para soportar una larga charla. Tal vez solo es mucho para ella y no puedo juzgarla por eso ¿no?

—Se nos olvido, Charlie. Nuestra cabeza seguro estaba en otro mundo ¿puedes comer eso, solo por hoy? A la cena te juro que seguiremos el menú mejor —me alienta papá.

—Tratare... —acepte con una sonrisa mínima.

Debo dejar de ser un obstáculo para los demás.

Ahora debo comer esto, pero no me creo capaz, aunque tengo las servilletas aquí mismo... Podría usarlas.

Solo mastico lo que si estaba en el menú original, la dosis que creo es la correcta. Cuando llegamos a lo que está de sobra en el plato empiezo a agarrar unas pocas servilletas.

Creí que nadie se dio cuenta, porque aunque tarde más que los demás, parecían felices de que terminará mi plato.

Quede solo en la cocina, me ofrecí a lavar los platos y nadie se opuso. Fue el momento ideal para botar la evidencia de mi trampa hasta que llego Tori seria a mi lado.

—Muéstrame los bolsillos —me pidió sería.

—¿Por qué? —pregunte para empezar a fregar.

—Yo escuche la charla, tienes prohibido usar servilletas.

—Tori...

—Charlie —se cruzo de brazos.

—¿Qué debo hacer para que no le digas a papá o mamá? No podía con el pollo —acepte dándole las servilletas con los trozos de comida— Perdón.

Mi hermana tomó una bolsa negra, ahí dejo lo que di para tirarlo a la basura, y terminar ambos en un abrazo.

—Intentaré preparar tus comidas —tomo mi cara entre sus manos, me miró como si fuera un premio o un objeto de gran aprecio emocional— las enfermeras hablaron bien de ti, tú te ganaste el alta y se que puedes vencer cualquier obstáculo.

Luego lavamos los platos juntos, con una pequeña charla sobre todo lo que ha ocurrido mientras no estaba.

🍂Situación Delicada🍂 [Nelspring-Heartstopper]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora