Con una pequeña ayuda

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- Y es así como ocurrieron las cosas hasta ese punto, ¿Cómo debería llamarlo? ¿Doctor? ¿Psicólogo?

- Dejémoslo en señor Forger

-Bueno, como sea el caso, así habria Sido mi vida hasta ahora. Es por eso que me di cuenta que si en algunos aspectos logré muchos avances por mi parte, hay una sensación de vacío que hay en mi corazón. No sabría cómo explicarlo ni siquiera con dibujos.

El señor Forger reflexionó un momento antes de continuar con la plática.

- Creo que es de valientes reconocer cuando  se necesita ayuda. Hubiera Sido sencillo para usted seguir como estaba y en algún momento esa bomba estallaría causando más daño del que hizo. Sería desolador sinceramente. Ahora bien, le preguntaré: ¿Ha escuchado hablar sobre el amor propio?

Esa pregunta me dejo con más dudas.

- Al parecer creo que no, de lo contrario mi situación no estaría de esta forma.

- ok, a pesar de que es un concepto del que suele hablarse actualmente hay algunos que no lo comprenden del todo. Vera, señor Kinoshita “El amor propio es la relación que tenemos con nosotras mismos. Es conocerse y aceptarse tal como somos. No implica que pensemos que somos perfectos, sino que también podamos reconocernos en las imperfecciones sin dejar de valorarnos." Ahora, por lo que me cuenta, jamás había experimentado eso. No está en mi posición regañar o juzgar, pero me sorprende que sea el primer paciente en meses que me visita y diga que se haya dejado pisotear de tal manera solo para complacer a personas que en su egoísmo jamás harían lo mismo. Aún no me queda claro eso del negocio de Novia en Alquiler, pero creo suponer que solo se utiliza para ciertos momentos del año, para no sentirse solo. Y no está mal, digo, no somos máquinas para no sentirnos vulnerables y querer compañía, pero usted lo llevó demasiado lejos. Y ¿cuáles fueron sus beneficios? Exacto, lo llevaron a ningún lugar, perdiendolo prácticamente todo.

“Joder, tiene toda la maldita razón ". Empecé a derramar lágrimas como si se tratara de abrir una regadera. Al acto el doctor me regaló unos Kleneex para sonarme la nariz.

- Todos merecemos ganar aunque sea una batalla a la vez, y gracias a su esfuerzo lo ha logrado con lo que tenía. Ahora, si pudiera decirme tres cualidades buenas de usted, ¿cuáles serían?

No supe que responder al momento

-Solo se me ocurre que tengo un buen corazón, aunque por lo mismo siento que abusan de mi nobleza

- ¿Y si tuviera que decirme tres defectos?
- esos serían ser mentiroso, manipulador y sobre todo indeciso.

- En eso último no estoy de acuerdo, solo hay que recapitular los últimos meses, ha tenido que tomar decisiones que han cambiado su vida. Solo las voluntades fuertes hacen eso.

Otra vez tenía razón, sabía que tuve que sacrificar mucho, pero no tenía la magnitud exacta de lo que había hecho.

- ahora con lo de ser mentiroso y manipulador, ¿como lo explico?. Ya dió el primer paso, admitió sus errores y eso esta bien. Solo queda ir cuesta arriba y ya no quedarse estancado. Una pequeña mejoría cada vez . Mire, no hay una receta exacta para recuperarse. Pero le puedo recomendar unas serie de pasos que le puede ayudar a ganar confianza en si mismo. Queda en usted seguirlo si quiere estar en paz consigo mismo.

“Total, no pierdo nada" ¿Cuáles serían esos pasos, estoy dispuesto a trabajar sobre eso?

-Perfecto, ¡así me gusta!

Paso número uno: Aprenda a conocerse a si mismo. ¿Que es lo que siente en este instante? ¿Que necesita? ¿Que desea?

En los días consecuentes me lo pasé reflexionando sobre eso. Nunca me había visto más allá del joven urgido de sexo y tímido con las chicas hermosas, además de avergonzarse cuando veía ropa interior. Jamás supe que era lo que quería realmente. Eso de querer ayudar a Mizuhara solo lo hacía porque en mi egoísmo esperaba recompensa por eso, su amor, más bien, su cuerpo. Lo reconozco, pero debe haber algo más allá. ¿Acaso solo vivía para cumplir con las expectativas de la abuela Nagomi? Siempre me vieron como el bicho raro, aquel que jamás conseguiría novia. Aparte de eso, solo queda un vacío que genera furia en mi interior. Si bien me sentía utilizado, yo permití muchas de las cosas malas que me pasaron, solo por un poco de aprobación. ¡Carajo! ¡Hice una puta película y solo recibí unas palmaditas en la espalda indicando “que buen trabajo "! ¿ Eso merezco? ¿De verdad?

Para Nadie, solo para MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora