✓𝓑𝓻𝓸𝓶𝓪𝓼 𝓱𝓲𝓻𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮𝓼✓

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𝕴𝖓𝖔𝖈𝖊𝖓𝖙𝖊𝖒𝖊𝖓𝖙𝖊 𝖈𝖗𝖚𝖊𝖑__________________No romanticismo

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𝕴𝖓𝖔𝖈𝖊𝖓𝖙𝖊𝖒𝖊𝖓𝖙𝖊 𝖈𝖗𝖚𝖊𝖑
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No romanticismo.
Contenido explícito.
Violencia sexual, física y verbal.
No BL
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→No copias.
→No adaptaciones.

La historia que se leerá a continuación mantiene sus respectivas advertencias, esto no se considera BL, amor o cualquier categoría romántica.

Si existen inconvenientes, es mejor retirarse y no continuar con la lectura.
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𝕹𝖆𝖗𝖚𝖙𝖔 𝕾𝖍𝖎𝖕𝖕𝖚𝖉𝖊𝖓


Cuando no haya más lugar en el infierno, los muertos caminarán por la tierra

...

Cargaba a mi pequeña bebé, tratando de hacerla dormir con unas cuantas palabras y a mi vez me encargaba de preparar la merienda.

Estaba agotado físicamente y mentalmente, los dolores de cabeza eran más continuos al no dormir de forma correcta las últimas noches de esta semana.

— Ya llegué. — Su gruesa voz se escucho perfectamente por toda la planta baja del hogar.

Rode mis ojos, irritado al oír su voz, ignorando por completo al hombre que anuncio su bienvenida.
Continue cortando los vegetales pará después colocarlos en una olla y estas hiervan, deseaba terminar lo más pronto posible e irme a dormir con mi hija.

— ¿No me escuchaste? — Escuche su voz susurrar cerca de mi oído, mi cuerpo reacciono nervioso y mi Omega aullaba en mi interior aterrado al saber que su “alfa” estaba finalmente en casa...

Lo odiaba.

— Si te oí. — Fui tajante con mi respuesta con mi bebé aún en brazos, sintiendo nauseas al olfatear sus feromonas liberarse con suavidad.

— Entonces, ¿Por qué no vienes a recibirme? — Su voz cambio a un tono molesto por mi actitud de no “esposa cariñosa”, pero lo ignore excusandome de hacer la cena.

— Para que sepas, tengo cosas que hacer aquí. — Con el cuchillo aún en mi mano le señale la comida que estaba  preparando. — Y también me hago cargo de mi hija. — Aún sin verlo al rostro agarre todos los trastes sucios y los lleve al lavabo.

Nuestra Hija. — Recalcó entré dientes, en ese momento me detuve y le observé un poco irritado, pero mi expresión se mantuvo neutra, solté un suspiro cansado y le susurré palabras bonitas a mi niña.

— Como sea. — No le di importancia a sus palabras y continuo con la labor de la cena mientras calentaba a fuego bajo la leche de fórmula en un biberón.

Inocentemente Cruel [𝓥𝓲𝓸𝓵𝓮𝓷𝓽𝓸𝓶𝓮𝓽𝓻𝓸] EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora