Inocentemente Cruel [𝓥𝓲𝓸𝓵𝓮𝓷𝓽𝓸𝓶𝓮𝓽𝓻𝓸] EDITANDO

✓𝓒𝓾𝓵𝓹𝓪𝓫𝓲𝓵𝓲𝔃𝓪𝓻✓

La indiferencia hace sabios y la insensibilidad monstruos...

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𝙸𝚗𝚘𝚌𝚎𝚗𝚝𝚎𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚌𝚛𝚞𝚎𝚕
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Los gritos, golpes y gemidos cesaron, el silencio que había en el hogar lo perturbaba demasiado.

Tardo minutos en tranquilizar a Ume teniendo que esparcir sus feromonas a su vez dándole pequeñas caricias y diciéndole una que otra palabra bastante dulce logrando su objetivo, la recosto sobre su cuna notando a su bebé con intenciones de empezar a llorar por bajarla.

Se dirigió al sofá tomando un peluche de conejo que posaba sobre este restregando su olor con bastante intensidad, lo coloco al lado de la bebé y sintió gran alivio al ver su rostro cambiar de expresión mientras abrazaba con fuerza el muñeco, espero unos segundos que este comoda y salio de la habitación en silencio cerrando la puerta detrás de si.

Camino por el pasillo cuidando de que sus pasos no causarán ruido sintiendo el lugar interminable, al llegar cerca de las gradas el fuerte olor de ambos alfas penetro en sus fosas nasales, sus piernas perdieron fuerza y callo al suelo al sentir que sus pulmones les costaba realizar su trabajo, estiró la manga de su ropa y tapo su nariz evitando apenas un poco que el olor no llegue con tal fuerza, se concentro y para que sea más fácil de movilizarse empezó a respirar por su boca, siendo incómodo pero un mejor método.

No tenía más opción...

Se levantó del suelo y bajo las gradas con cuidado, asomando su cabeza con cuidado queriendo visualizar a ambos alfas, debía ser meticuloso, no sabía si lo atacarían, pero el silencio era su peor enemiga, su corazón palpitaba con tanta fuerza, su pecho dolía por los fuertes nervios que sentía. No quería imaginar lo peor, a pesar de que su mente no aportaba.

Llegó al último escalón y se mantuvo quieto al ver a ese hombre con el compartia cama desde hace un año y más, de espaldas, sabía que estaba respirando con fuerza los movimientos que hacia eran bruscos, pero no lograba ver al menor por ninguna parte de la sala, lo penso por unos minutos y fue directo a el, sus pasos silencios y lentos ayudaban al que el Alfa mayor no se percatarse de su presencia dandole ventaja, los mubles de su alrededor estaba recostados sobre el suelo o algunos estaban alejados de su sitio, pero uno le llamo la atención.

El sillón donde Madara siempre se sentaba estaba algo alejado, supuso que lo empujaron, pero al acercarse más noto manchas que a duras penas lograban visualizarse por el cuero negro.