Capítulo 2

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-Hola Rumlow ¿Qué tal? –Saludo el pelinegro a la distancia a un hombre con demasiadas cirugías-

-Jeon que bueno que pudiste venir –lo atrajo hacia él y palmeado la espalda le saludo- dime hermano traes contigo un poco de botox.

-No iba a traer botox- dijo el pelinegro siguiendo la broma.- Traje a mi primo Hoseok –presento a su familiar y se fue a la barra de bebidas.

Y cuando estaba ahí solo pudo escuchar cómo es que la nueva música sonaba por los altavoces y se recrimino al no haber ido a dormir a casa pues la semana había sido un poco pesada para decir verdad pero todo se detuvo cuando la vio.

Infundada en un vestido azul la vio caminar, esa cabellera castaña que parecía movida por un ventilador y ella sacada de las mejores pasarelas de Victoria Secret, sin duda todo un bello ángel.

La vio sonriendo y se dijo que debía hablarle.

-Así que ¿doctor? –Enunció la castaña con una muy amplia sonrisa en sus labios, cosa que hizo que Jungkook cayera rendido a sus pies-.

-A mí no me convence la cirugía plástica, yo digo que es muy falsa ¿no lo crees? –cuestiono la castaña mientras caminaba a la orilla de la gran piscina que adornaba el jardín de Rumlow.

-Bueno déjame decirte que todo depende del médico, yo soy bueno. Muchos de mis pacientes están aquí por ejemplo –y entre risas Jungkook comenzó a enunciar sus logros, como los labios de una pelirroja que se encontraba ahí. Señalo una rubia a la que hace meses le había cambiado los implantes de senos, Ji eun estallo a carcajadas cuando Jeon le conto de aquel hombre al que le había puesto trasero, ¿Cómo no hacerlo? Si el mismo pelinegro fue quien dijo que ese hombre antes de conocerlo le llegaba la espalda a los talones.

Ji eun entendió la referencia y comenzó a reír como loca, sin duda la compañía de Jungkook era muy buena para ella, tanto que sin percatarse que dejaron la fiesta y comenzaron a caminar por la playa, en ese momento la ubicación de la casa de Rumlow había sido excelente.

Ella le dijo a Jungkook que venía de Carolina del norte y él le contesto que en Brooklyn el café y las donas eran deliciosas, también le conto que Nueva York siempre está lleno y se rio cuando Ji eun dijo que jamás entendió porque el Golden gate se llama así si no tenía ni una pizca de oro. Ella rio porque lo que había dicho salía en una película infantil y Jungkook solo torció el gesto como si fuera una sonrisa pues no había entendido nada de lo que le quería decir.

Era obvio que el Golden gate no tenía oro pero no dijo nada mas de eso así que decidió cambiar de tema, por primera vez desde hace 20 años Jungkook no estaba buscando a un hombre o a una mujer para tirársela sino para tener una noche tranquila y dejaría que todo pasara conforme la noche fuera avanzando.

-Y dime Carolina del Norte ¿Cuánto llevas en los Ángeles? –La brisa y las olas golpeando a las olas eran la música que tenían de fondo-.

-Llevo aquí casi dos años –respondió y froto sus brazos pues el frio se sentía un poco -.

-Aja y ya audicionaste bastantes, no es así –respondió a la par que dejaba su saco sobre la castaña.

-Entonces doc déjeme decirte que si crees que soy actriz estas muy pero muy equivocado, yo soy maestra de aritmética y si estoy aquí es porque mis padres se divorciaron cuando yo estaba en la secundaria y la verdad me canse de tomar partido así que esa fue la razón de mi partida, además los ángeles es una ciudad muy bonita.-

-Viniste al mejor lugar, ya sabes en los ángeles casi nadie se divorcia –se plantó justo frente de ella y la vio con una sonrisa en sus labios –sabes nunca había salido con alguien de tu edad.

-Ay no puede ser, ya diciendo mentiras.

-Lo notaste, ok bueno, nunca he salido con nadie de tu edad y me he sentido que logre una conexión es decir siento que contigo hice una conexión ya sabes esa que no sientes con todos con ningún chico o chica ya sea tu edad o no.-

-Sabes sé cuándo alguien miente o dice la verdad – acorto la distancia y coloco ambas palmas sobre el pecho del mayor.

-Lo que dije es verdad –respondió Jungkook viendo directamente a los labios de la bonita castaña.

-Lo sé, cariño, lo sé –y sin más acorto la distancia y lo beso, primero lento y después con un poco más intenso-.


Un esposo de mentira|ᴋᴏᴏᴋᴠDonde viven las historias. Descúbrelo ahora