—Perdonen, ¿cuántos años tienen?— pregunto el rubio
—Yo y mi hermano 16, Haru tiene nuestra misma edad— Dijo el de mechones celestes
—¿Y tú dulzura?— Pregunto el mayor de cabello largo atado en dos trenzas
"Es exactamente el mismo coqueteo que me hacían a mí cuando creían que era una mujer" se reía internamente el de ojos azules mientras veía la ventana
—Yo tengo 15, ustedes son mayor que yo— dijo la menor del grupo
—Y, cuéntanos ¿tienes algunos otros amigos?—
—Si, de hecho no son muchos, pero son con los idiotas que paso el rato, Yamagishi, Takuya, el idiota de Makoto y Akkun— A los tres mayores les sorprendió un poco como se refirió a sus amigos, pero igualmente no le dijeron nada
El que más estaba hablando con Takemichi, Ran, le seguía preguntando sobre temas variados para saber más de la chica
—¿Y amigas?—la cara de Takemichi cambio de un instante a otro
—Mi pareja, aunque yo la vea más como una hermana mayor— con una cara algo nostálgica pero con una sonrisa a la vez respondió
—Oh, ¿te gustan las mujeres?— pregunto y afirmo a la vez el menor de los haitani
—En realidad no me importa su generó, me importan los sentimientos que tenga con la persona, y si esos sentimientos son correspondidos o no— respondió con un gesto sutil
La rubia teñida hizo una pausa antes de hablara
—Ella está en el hospital— rápidamente esto llamo la atención de Haruchiyo quien despegó sus ojos de la ventana y miro a la Hanagaki, sin mucho interés pero con curiosidad de saber si diría o no el motivo, chismoso
—¿Podemos preguntar el porque?— fue el de pelo largo y blanco el que hablo
—Ella tiene cáncer, para su cumpleaños le quería hacer una peluca, por los medicamentos de la quimioterapia se le empezó a caer el cabello y por eso decidieron rapar su cabeza entera, por eso me estoy dejando el cabello largo— los mayores se quedaron sin palabras, es lamentable la situación en la que se encuentra Hanagaki
Hubo un silencio hasta que la mesera llegó con dos bandejas en sus manos, las dejó en la mesa y se fue
—lo siento— dijo el mayor de los cuatro
—¿por qué? No es tu culpa que ella esté así— respondió la Hanagaki antes de empezar a tomar el té que pidió
—Por preguntar, no sabía que ella se encontrara en esas condiciones—
—Por eso mismo, no te tienes que disculpar cuando tu no sabías en que estado se encontraba, tranquilo, ella es fuerte y se que se recuperará— dijo la rubia con una sonrisa que les movió el corazón a los tres chicos
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
