JINETE BLANCO, CORCEL ROSA

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Snif, snif ¿un llanto?, ¿sollozos?, podía escuchar el llanto de una persona. Snif snif, Augh... U... ¿Lamentos?, sentía que su corazón se estremecía al escuchar ese lamento, había tanto dolor, transmitía tanto dolor, tanto, que sentía su propio corazón hacerse cada vez más pequeño al escucharlo. ¿Quién es?, ¿quién es esa persona llorando?, ¿dónde está?. Giraba a su alrededor tratando de encontrar a la persona de quien provenían.

— ¡¡¡Dime ¿dónde estás?!!!, ¡¡¡¿cómo puedo llegar a tu lado?!!! — nadie contestaba — ¿qué puedo hacer para ayudarte? — preguntaba, mas no había ninguna respuesta, solo llanto y sollozos ahogados. — me duele, mi corazón también duele — trataba de enfocar algo en aquella inmensa oscuridad, comenzó a caminar guiado por el sonido del llanto — ¡por favor dime dónde estás !!!!, yo te ayudaré... — el sonido de los llantos disminuye " a....", una voz apenas audible " aq....", lo estaba guiando "aqu..".

Shineeeeeee!!!,Shineeeeeee!!!,Shineeeeeee!!!,Shineeeeeee!!!,Shineeeeeee!!!,Shineeeeeee!!!,Shineeeeeee!!!,Shineeeeeee!!!,Shineeeeeee!!!,Shineeeeeee!!!,Shineeeeeee!!!,Shineeeeeee!!!

La alarma de su celular lo despertó, puso la almohada sobre su cara ahogando los gritos que salían de su boca en ella, un sin fin de insultos y maldiciones, se sentó molesto lanzando el celular al piso el cual no dejó de sonar — mierda!!! — notando unas gotas en su sábana, limpio con la manga de su pijama su rostro.

Tock, tock, tock escuchó el golpeteo de la puerta tock, tock, tock, la puerta se abrió inmediatamente permitiendo el paso aún muy enojado Christofher; se acercó a la persona que utilizaba la cama y abrió violentamente las cortinas del dosel.

— ¿sabes qué hora es? te he llamado un millón de veces — le dijo a la persona que ocupaba la cama después de jalar la sábana — Son más de las diez de la mañana. Se supone que en este momento deberíamos estar camino a la sala del evento y revisar los preparativos de tu fiesta, todo debe estar preparado para ese día, es el más grande evento en la alta sociedad y tú sigues aquí dormido pensando que el día no avanzará, o que el reloj simplemente se va a detener porque tú se lo ordenas, como si fuera tu empleado, ni siquiera esa molesta alarma es capaz de despertarte —

— ya estoy despierto como puedes ver — respondió con el rostro molesto y una expresión de pesadumbre caminando hacia la ducha. — Si mas recuerdo, tú fuiste quien me llevó a beber ayer, y no te quejabas al terminar la botella de whisky, además, Si se supone que es mi fiesta, porque debo estar al tanto de los preparativos, no se supone que el cumpleañero tiene que estar sorprendido y entrar en medio de la celebración, no tiene gracia si yo se. — dijo cerrando la puerta detrás de sí dirigiéndose hacia la ducha.

— Como tú digas y fueron tres botellas, no una, pero si algo no te gusta después me lo echarás en cara, señor amante de la perfección — contestó Christofher, escuchando un gruñido en respuesta — Por cierto ¿Que le paso a tu celular?, la pantalla está quebrada y esa molesta alarma no deja de sonar — tocaba la pantalla la cual no funcionaba gracias a lo agrietada que estaba.

— Se me callo — Chris miró escéptico el teléfono

— no parece solo haberse caído, no deberías desquitarte con el pobre móvil. ¿Cómo haré ahora que quieran llamarte? —

BONITO (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora