Era un dia comun y corriente en la ciudad de Buenos Aires.
Mariana Esposito, una chica de ciudad, conocia casi todo el mundo. Actualmente vivia en Capital Federal, Buenos Aires.
Ella vivia con Benjamin, su novio, casi su marido. Y estaban buscando un hijo.
Benjamin Amadeo, un chico mas simple, mas tranquilo, mas de barrio. No le gustaba mucho viajar, pero la acompañaba a Lali en sus viajes.Lali: Benja, mi amor, salimos a comer? No tengo muchas ganas de cocinar hoy.
Benja: Dale, me cambio y salimos.Juan Pedro Lanzani, un pendejo al que le gustaba la joda, andaba con cuanta mina se le cruce y su cara dejaba mucho que desear. El es inteligente, pero se la cree un poco, es muy canchero, y eso le molesta un poco a su familia. No tenia deseos de formar una familia, ni de empezar a estudiar. Vivia por y para la joda y la musica. Vive en la casa de sus padres, aunque tiene un departamento en recoleta para sus noches locas.
Eugenia Suarez, LA chica, era la unica que habia podido moverle el piso a Juan Pedro. Era una chica muy especial, con un caracter terrible, pero muy pero muy linda. Una chica a la que todos envidian, eso si, ella estaba esperando al hombre ideal para formar una familia. Vive sola en una casa para 5 personas.*suena el telefono en la casa de peter*
Peter: Pedro Lanzani, quien habla del otro lado? (A pedro le encanta atender el telefono con voz de secretario serio, aun que no aguantaba mucho y normalmente se tienta)
X: La China, Pedro! Como estas? Me gustaria que nos juntemos a tomar algo, que decis?
Peter: No sabes hace cuanto que espero que digas eso! (Haciendose el canchero)
Euge: (se rie) bueno bueno, que decis? Salimos?
Peter: en media hora paso por tu casa.Peter corta el telefono y se prepara para pasar una noche ideal, aunque no sabe todo lo que se le viene.
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Ellos son Casi Angeles
FanficTodo transcurre en la Ciudad de Buenos Aires, cuando un grupo de amigos se encuantran por casualidad en un bar de Martinez. Amistades, Amores, Familias y Aventuras, hacen que haya encuentros y desencuentros, pero siempre hay un final feliz, o hasta...