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__Narra Massimo_

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__Narra Massimo_

Estoy sin palabra, sin idea, ya no se lo que hago en la habitación, su ceja levantada demuestra que esa mujer esta esperando una respuesta, respuesta que no puedo formular y mucho menos decir.

-Bien ya que no tienes nada que decir, te puedes marchar. - Leonor señala la puerta para que salga, ella se da la vuelta y yo no puedo evitar apresar su cuerpo con mis brazos. - ¿Pero que haces?

-Lo siento, en serio siento que te hayan lastimado por mi culpa. Por favor hablame no me hagas la ley del hielo porque no lo soportó, puedes gritarme, golpearme si estas molesta pero por favor no me dejes de hablar. - la risa de Leonor inundó la habitación, extrañaba esa melodía en estos largos tres días. -¿Por qué te estas riendo? - ella se da la vuelta aún estando en mis brazos, sus ojos brillan como estrella en una noche muy oscura.

-¿ Por qué dices eso hasta ahora? ¿Por qué no lo dijiste hace tres días?

-Eso fue porque me aconsejaron que te diera tu espacio, pero ya no puedo darte más espacio ni tiempo, no me gusta que estés lejos demi aunque estemos en la misma casa, no quiero volver a dormir en otra cama, por favor no me castigues de esa manera.

-Creo que te has vuelto un niño muy obediente. - ella acaricia mi rostro y el contacto que hace nuestra piel me llena de tranquilidad,  la ansiedad que me dominaba esta desapareciendo con solo sus caricias. -Pero no me pareció bien que hayan quemado el lugar Massimo, me entere que lo quemaste solo una hora después de lo que pasó.

-Lo siento. - lo único que puedo decir es lo siento  porque no fui yo quien quemó ese lugar, después que salí de ahí con mi madre yo no di la orden que llegaran a quemar el Salón de belleza. Mis hombres están investigando quien fue el causante de esto.

-Esta bien, te voy a perdonar porque no había nadie en el lugar cuando lo quemaste pero no vuelvas hacer eso. - ella me abraza como si también me extrañara.

-¿No crees que me merezco un premio? - su rostro sonriente me mira con ojos llenos de lujuria y el deseo se apoderó de nosotros.

Ese día no volvimos a salir de la habitación, teníamos tanto que explicar con nuestros cuerpos que las horas eran muy cortas y la tarde solo nos pareció unos cuantos minutos cuando nuestros cuerpos se entregan el uno al otro.

~~~~ Hola, hola 🙋 aquí les traje el capítulo del día para que comencemos el día de la mejor manera y también para que nos imaginemos el Tap, tap, tap de sus cuerpos juntos y en diferentes posiciones 😇😇 que tengan un lindo comienzo de semanas mis lindas pecadoras 😘😘😘😘 no olviden votar~~~~~

Una Maestra educando a un Mafioso (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora