Flor Palida (EN PROCESO)©

~Capitulo 3~

17 AÑOS DESPUÉS.

Mi hermana se acercaba con una taza de té entre las manos, mientras en la otra revisaba unos papeles, la taza que traía en la mano la dejó a un costado de mi brazo y sin mirarme me la ofreció.

—Que lees?.— indagué.

—Estoy tratando de descifrar una nueva conjugación de escritura COLLE.— llevaba todo su vida con esta investigación, el sótano en el que viviamos era cada vez más pequeño y viejo, Dará había sido fuerte y persistente todo este tiempo, había mantener en mi mente la imagen de nuestros padres, era una digna mujer que logro velar por mi vida, me había instruido y enseñado cada uno de los pasos de su investigación, a duras penas hemos salido de aquí y es netamente necesario solo cuando se necesita comida.

—En todo este tiempo  jamás has buscado a otras personas...—busco en su mirada la respuesta a la pregunta, pero solo encuentro incomodidad.—no me ignores...!!—le quite las hojas de un manotazo, con su mirada me acribilló y aunque yo era más robusto y alto que ella eso me intimido, hasta el punto de querer devolverle las hojas y quedarme en silencio tomándome el té que mi hermana muy amablemente me había preparado.

—Devuelveme las hojas y pensaré sobre responderte esa pregunta...—extendio su brazo hacia mi y con el mismo entusiasmo y un cubrimiento dinámico de su mirada mortal me quito las hojas que se deslizaron de mis dedos sin el mayor esfuerzo.— Ahora Jade vamos a dejar los puntos claros, ok?.—su mirada seguía prensada a la mía y aunque intenté desviarla su mirada era tan insistente que mi única solución era mantenerla enlazada a la de ella.

—Ok.

—Puedes ser muy grande y todo, muy robusto y simpático, pero recuerda que aquí con nadie lo puedes lucir, te he cuidado y he esforzado cada segundo de mi vida a prevalecer tu vida Jade, así que espero que con ese mismo empeño me respetes, comprendes...?.

—Si señora.—su regaño era severo y contundente, lograba ser cariñosa, tierna, y decidida, pero cuando se enojaba y se toca un tema que la lastimaba no lograba ceder ni a palo; yo tenía presente que ella me quería, y que apesar de todo buscaba mi bien y de alguna manera asegurarme un futuro diferente al que le ofrecieron a ella y permanecía hasta ahora, en todo el tiempo en que mis padres murieron se ocupó de mí, velo por mi salud y la de ella, aprendió a socorrer personas, estudio enfermería y medicina de los libros de mi padre, indagó una investigación y se guío por la que mi madre dejó, se canso, lucho, se levantó día tras día, observo desde la distancia a los CAASE, los estudio y con ello descubrió su dialento, lenguaje, escritura, actitud, de dónde aparecían y como se reproducían, como evolucionaban, y lo más importante como al pasar lo años lograban inyectar por medio de un proceso de contacto Z (zombie), a las víctimas que atacaban para ellos mismos desarrollar sus propios orígenes, descubrió el refugio de los llamados APÓSTOLES, y los estudio con perseverancia hasta que descubrió su debilidad-Oh por lo menos una de tantas-no morían con balas ni proyectiles, esto solo ayudaba a la regeneración celular y muscular.

Pero...

Siempre había algo; en una de las tantas excursiones que hice con ella logré aportar algo importante a su investigación, ellos, los CAASE  se resguardaban en las casas más grandes y en las que los DISCÍPULOS se mantenían era la casa blanca, el sistema tecnológico se mantenía como por arte de magia y entre tantos seres de espanto descubrimos con asombro que los únicos que podían volver a su forma humana eran los primeros evolucionados y entre ellos permanecía una autoridad, alguien que se resguardaban de los ojos de todos incluyendo de los creadores primarios y su descendencia, se mantenía oculto o oculta debajo de una capa blanca que cubría su rostro y figura erguida, era alguien alto y que se dirigía a ellos solamente por lenguaje hebreo, en ningún momento se dejaba ver y esto solo intrigaba y le daba un giro inesperado a la investigación de Dará.