Parte 3

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La llegada de Yenxi a la cumbre fue una sorpresa para los discípulos. Quien podría creer que su maestro, Shen Qingqiu apenas saldría de reclusión traería a un niño que despertó recuerdos no deseados.

Todos parecían pollitos ante la presencia de su maestro, y se les hizo la boca amargar cuando vieron su cambio. Túnicas negras, una coleta alta con una cinta roja envolviéndoles y un Aura diferente a lo que alguna vez fue. Tantos los hermanos marciales quedaron sorprendidos al ver a su hermano más sensible hacer acto de presencia, aunque la situación fue frustrante para aquellos que se intentaron acerca al Maestro Qing Jin. Las femeninas quedaron encantadas ante el niño de ojos verdes mientras que los varones no podían evitar recordar al emperador demoníaco, su maestro ¿esta bien? Era lo que muchos se preguntaban.

Por otro lado, Chu Yenxi estaba muy tímido ante tanta atención y se escondió entre las túnicas de Shen.

"Shizun ¿trajo a un nuevo Shidi?" Dijo Ning Yingying un poco nerviosa. Hace muchos años se anunció que no volverían a adoptar discípulos.

Shen miró con ojos fríos, antes le hubiera causado gracia y ternura ver a sus niños buscando de su afecto pero con el paso del tiempo ese sentimiento se fue apagando. Dentro de él, no quería que vieran a Yenxi porque sabían que los mayores verían a alguien más.

Sintió como el más pequeño apretaba sus túnicas. Era extraño verlo tan intimidado, su padre siempre le había protegido de la muchedumbre y no tenia amigos por... ciertos accidentes. Cuando su papá le anunció que iría a visitar la cumbre con el maestro Shen salto de emoción por pasar más tiempo con esta belleza de nieve, y pudo apreciar un paisaje que jamás pensó ver. Aún cubierto de copos de nieve la montaña se veía majestuosa y con todas sus ganas quería hacer un muñeco de nieve, sus mejillas estaban sonrojadas por el frío y una bufanda cubría la mitad de su rostro, el de túnicas negras se ablandó por la pequeña cosa peluda que observaba con curiosidad.

Lo levantó y lo sostuvo entre sus brazos
Y antes de responder recordó las palabras de Binghe "Aún es muy pequeño para cultivar, así que no quiero que nos molesten" se fue sin más mientras que sus discípulos veían como se desvanecía al alejarse.

"¿Yenxi se siente intimidado? Dime si algo te hace mal, este maestro lo solucionará" negó con la cabeza haciéndole cosquillas en el rostro.

"Mayor Shen este lugar es enorme" sonrió "quiero traer a papá y hacer un muñeco de nieve gigante"

Traer a papá, Traer a Binghe. Al pensar en ello se le revolvía el estómago, ahora que había recuperado a su ex discípulo y tráelo al lugar en donde cometió tantos errores, en en donde guardaban recuerdos bajo una caja fuerte y en donde yacía las cenizas de su amado... lo que perturbaba más su mente es el hecho es que se cruce con la espada que condenó a un infierno de soledad. Desde que Binghe murió Xi Mo no se a separado de él como sino quisiera separarse de su dueño, podría pensar que la espada era lo suficientemente filial para querer permanecer junto a su dueño pero esa maldita espada es demoniaca y sus pensamientos eran egoístas y malévolos. Quien tocará la empuñadura terminaría con una sobrecárgala de enérgica oscura llevándolo a la muerte

Hubo intentos para arrebatar aquella espada pero ni él mismo Tianlang jun pudo hacerlo. El mundo olvidaría a Luo Binghe y lo único que quedaría de su recuerdo es la misma arma que lo asesinó. Un lugar prohibido en donde yacían las cenizas de un rey.

Shen llevó a un Yenxi emocionado a la casita de bambún, corriendo con sus pequeñas piernas revisando cada lugar de la casa. Sin darse cuenta, ya había perdido de vista al rizado quien estaba curioso por cierta habitación.

"¡Mayor Shen! ¿Esto es suyo?" Reveló un viejo colgante de Jade, el rostro del maestro palideció. Había guardado ese colgante en un sello de protección, nadie podía abrir esa caja ni el mismo.

SNAP [Bingqie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora