Parte 2

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Había quedado inconsciente abrumado por sus emociones, bueno, ¿cuál sería su reacción sino? Había pasado años en reclusión consumido por la culpa y su estado metal no era el mejor de todos. La última vez que vio a Binghe tan solo era un mero espectro pero y esto... admitía que tenia miedo y emoción pero si fuera un sueño sería muy cruel.

Al abrir los ojos sintió el cálido ambiente de golpe dejándolo congelado por unos segundos, hace tanto que no sentía algo así y era extraño. Estaba recostado sobre un colchón no lo suficientemente duro pero tampoco suave, al voltear notó una cabeza peluda sobresaliendo de la Orilla de la cama dándole un vuelco a su corazón ¿podría ser ...

Una cabeza de rizos estaba escondida ocultado su rostro como si estuviera jugando a las escondidas, miro las pequeñas manos blancas como nieve y su blanco corazón se retorció de dulzura. "Tu..." su voz estaba ronca y necesitaba agua, mucha agua. El pequeño se sobresalto y rápidamente se levantó con torpeza, largos cabello oscuro caían en cascadas y ojos verdosos lo observaba con curiosidad le paso un vaso de agua. Mientras bebía noto al niño inquieto que no dejaba de verle, se veía encantador de cierto modo.
"Señor... joven maestro, ¿usted está bien? "

La pequeña voz hizo clic en su pecho e hizo que inconscientemente acariciara la cabeza del niño sorprendiéndolo, su mente a veces quería jugarle mala pasadas haciéndolo ver como su discípulo. Su rostro seguía siendo de póker así que no podría ver sus emociones siendo un poco alteradas, tiempo después se dio cuenta de lo que hacía, se alejó rápidamente como si fuera electrocutado.

"¿Como... como me llamaste?"

"¿Joven maestro? Mm, perdón si me dirijo mal" Sonrió

"Soy muy anciano para ser llamado de tal manera, soy Shen Qingqiu y debo agradecer su cuidado" este maestro observaba los movimientos del pequeño y pudo ver el sonrojo en sus regordetas mejillas.

El niño parecía susurrar entre murmullos y pareció darse cuenta de algo ya que se inclinó en una reverencia.

"Ma-maestro Shen, yo-yo perdón por no dirigirme correctamente hacia usted" para ser tan pequeño podía hablar con bastante fluidez, estaba nervioso jamás había visto un maestro de cumbre y lo único que sabía fue gracias a su papá y los ancianos del pueblo, pudo recordar de que secta era pero no de los supuesto sucesos a ello.

"No debes..." su oración se corto por la interrumpida puerta que fue abierta en par revelando la imponente figura que años atrás hubiera temido, palideció y no apartó la mirada de la persona. Cabello negro de un liso sin rastro de haber sido una maraña de rizos, ojos oscuros que le habían dando pesadillas y anhelos junto con fantasías de fanboy; alto, fuerte y su mirar era penetrante hacia recordar su reencuentro después de 3 años en el abismo. Vestía unos simples pantalones y una camisa que se ajustaba su torso de forma atractiva aún a pesar de la ropa pobre, lo que más tocó su retorcido estómago fue la que ya no había rastro de aquel discípulo expresivo remplazado por una sombra seria y cautelosa.

Ambos se miraron y no sabían cuánto tiempo había pasado hasta que la voz más pequeña habló: "Maestro Shen ¿porque tiene las orejas rojas? ¿Tiene calor a pleno invierno? " su voz no sonó con burla sino de pura inocencia y curiosidad casi olvidado por completo de quien se dirigía.

Esto sobresaltó a Shen Qingqiu cubriendo su orejas en un acto de vergüenza, pero fue aún más vergonzoso su acción infantil que su rostro antes blanco como la nieve fue transformado en rojo al tomate. Por Jesús, Ahaah ¡Binghe 2 no mires a este maestro! Ya no puedo salvar mi cara después de años. Y efectivamente su antiguo discípulo lo observaba con mucha concentración alzando una ceja, si estuvieran en una caricatura el rostro de Shen Qingqiu hubiera salido humo y enterrado a tres metros bajo tierra.

SNAP [Bingqie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora