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Nunca recibí tanto afecto que ahora nosé como responder ante el...
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Kaori

Había pasado un año desde que Nara se fue, las cosas en bonten habían vuelto a la normalidad, desde que takeomi nos presento a su esposa ahora viene más seguido pero con ella podemos actuar como realmente somos, ella desde un inicio supo en qué trabajamos y en ningún momento nos tuvo miedo y ahora somos amigos! es bonito tener a otra mujer en la mansión que no sean las mucamas o alguien en la que tiene que fingir quién eres.

— saiko~— vino corriendo sanzu a la cocina donde nos encontramos saiko y yo, hoy le dimos el día libre a las sirvientas por lo cual solo estaba bonten y saiko— tu esposo me quiere matar— se escondió atrás de está.

— sanzu— entro a la cocina takeomi quién tenía un bigote pintado con plumón junto con otros dibujos.

— que lindo— se rió saiko

— más lindo está el gato rosa— reí al ver mi obra de arte en su mejilla.

— tu tambien tienes algo que ver!— me señalo takeomi haciendo que me esconda atrás de sanzu.— no se es escondan cobardes!

— saiko vas a dejar tu esposo nos hable así?— pregunto sanzu con voz dramática.

— takeomi~— saiko avanzo hacia takeomi haciendo que sanzu avance atrás de ella provocando que yo avanzará atrás de sanzu.— son solo unos chicos que se quieren divertir— saiko tomo las manos de takeomi

— chicos? Están muy viejos— takeomi hablo.

— Ey! Más que tú no— reí.

— ahora sí!— takeomi separó sus manos de las de saiko.

— cariño!— saiko abrió sus brazos en forma de protegernos— que te parece si vas al baño, tomas una toalla y te limpias esos garabatos si?.

— bien!— takeomi se dio la media vuelta para salir de la cocina.

— algo histórico acaba de pasar— sanzu hablo como si estuviéramos en un noticiero— asi es sanzu, takeomi de bonten a sido domado por saiko su esposa!— hablé yo de la misma forma.

— tks— takeomi salió de la cocina.

Sanzu y yo salimos de atrás de saiko.

— sanzu vamos al baño!— hablé y tome la mano del ates nombrado y de saiko— hagamos una bromita....

Los tres salimos de la cocina agarrados dela mano provocando que la demás nos mirarán.

— le vamos hacer una broma a takeomi— explique— más les vale que no digan nada— entre cerré los ojos para luego sonreír— nos vemos!— seguimos con nuestro camino hacia el baño.

inefable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora