¡Esta historia a sido reescrita!
❝No podría imaginar un futuro que no fuera ser prisionero de tus caprichos, Príncipe del Abismo❞
Xiao empieza a cambiar su forma de ver al Príncipe del abismo luego de pactar un trato que lo obliga a pasar tiempo c...
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Xiao jamás había soñado sobre alguien, pero habían pasado muchas cosas en los últimos días. Cuándo beso a Aether y durmió con el en la misma cama algo aparentemente cambió en la forma en la que funcionaba su cerebro, como si el otro finalmente terminara por terminar de reconstruirlo de alguna manera.
El día siguiente al levantarse y no notar la presencia del otro, lo primero que se le vino a la mente fueron las peores cosas, lo buscó con la mirada y no vio nada más que su propia ropa pero no había nada de lo que Aether solía dejar en su habitación.
En su inseguridad lo primero que pensó es que todo esto había sido un plan del Príncipe para molestar al Adeptus y que lo consiguió, así que había decidido abandonarlo una vez consiguiera lo que quisiera, lo que hizo a Xiao querer ir a tirarse desde la montaña más alta del Valle Chenyu.
Pero después de eso, vio a su lado una larga carta dónde Aether explicaba muy bien la situación y pudo relajarse, aunque se sintió algo molesto.
La carta explicaba que a la mitad de la noche se dió cuenta que hace dos días que no llegaba al Abismo y no sé presentaba, así que se dió cuenta que tenía que volver a hacer algunos deberes o al menos decir que estaba vivo y podría regresar, que esperaba verlo pronto, lo recompensará por haberse ido y que todo lo que había dicho ayer era verdad.
Xiao se calmó bastante porque era bastante larga y atendía todas las inseguridades que podían surgir, y encontró absurdamente lindo el hecho de que le haya dibujado corazones en toda la carta.
El Yaksha esperó al Príncipe todo el día, pero no llegó ni ese ni al siguiente, jamás había sentido tanta ansiedad por ver a una persona. Tenía muchas ganas de ver al rubio y era por mucho menos algo que le hacía sentir extraño, porque le hacía sentir tonto.
No sabía si era la ansiedad de que el día de ayer se había declarado y que en muchos años no había hecho aquello, además incluso lloro frente al Príncipe cómo un tonto y, tomó la iniciativa de besarlo.
Así qué, en la noche del segundo día ni siquiera se dió cuenta cuándo se durmió pensando en Aether y cómo sería cuando llegara. Esa noche la cama se sintió como un pedacito de nube que lo abrazaba de forma suave y lo mantenía tan cálido y cómodo.
Generalmente no soñaba. Aunque si soñaba tenía sueños bizarros o pesadillas, aunque no dormía bien especialmente porque no descansaba, aunque desde el día en que Aether le hizo dormir en sus piernas las cosas habían cambiado.
Y justo esa noche soñó con él.
Estaban en un lugar muy lindo, era lo qué Xiao creía un lugar una casa de té o el departamento de alguien. Aether tenía el cabello tomado en una trenza larga que Xiao jamás había visto en su vida ya que siempre usaba el cabello en colas altas o moños redondos, usualmente no dejaba su cabello caer de esa forma, pero se veía adorable.
