5.

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El omega estaba aburrido, luego de lo ocurrido el otro día no había pasado nada entre él y su alfa, había estado esperando impaciente por alguna clase de contacto entre ambos, pero simplemente no había llegado ese momento. Estaba comenzando a sentirse desesperado, ansioso, tanto que miles de pensamientos lo atormentaban diariamente, y estaba harto de ello.

Se encontraba en ese momento meditando en lo que podría hacer para satisfacer ese deseo de ser tocado por su alfa. Miraba con detenimiento al contrario dormir profundamente, sabía que el otro tenía un sueño pesado, y ese pequeño detalle le dio paso a una idea, que sonaba sumamente tentadora para él, y ciertamente dudaba que al alfa le molestara en caso de que despertara.

Con tranquilidad se comenzó a retirar algunas prendas de ropa, quedando solo con una camisa que le quedaba grande y su bóxer, sonrió para si mismo imaginando lo próximo que haría. Con cuidado comenzó a retirar la cobija que cubría delicadamente la parte inferior del alfa, para luego bajar el short que esté usaba para dormir, y su ropa interior, se relamio los labios al ver el miembro del contrario, soltó una risita traviesa, y puso su mano en el miembro del alfa. Comenzó a tocarlo con timidez, con cuidado, mirando cada tanto el rostro del alfa, que por momentos se removia, aunque eso sólo le generaba un sentimiento de exitacion, la idea de que el contrario se despertara y viera lo que estaba haciendo lo ponía muy caliente.

Los minutos pasaron, y había perdido la timidez completamente, ahora masturbaba el miembro del alfa con rapidez y seguridad, usaba su boca cada tanto, lamia la punta, lo metía todo en su pequeña cavidad, todo lo que en su traviesa mente se formará, lo hacía con total libertad, se sentía especialmente encantado al ver y escuchar cómo el contrario jadeaba cada vez que metía todo el miembro en su boca y usaba su lengua para estimularlo. Estuvo haciendo eso con paciencia mientras estimulaba su entrada con sus dedos, preparándose para recibir ese gran miembro en su interior, justo como había deseado, realmente en este momento estaba cumpliendo una de sus fantasías, y eso lo ponía aún más caliente, tanto que su entrada estaba completamente lubricada, casi lista para meter el miembro de su alfa por ahí, además su pequeño miembro también dolía por la desatendida ereccion que tenía.

Cuando consideró que ya estaba completamente listo, se quitó su ropa interior, y se posicionó sobre el alfa, tomó el miembro del contrario y lo acomodó directamente en su entrada, suspiró al sentir la punta del mismo hacer contacto con ese lugar, con cuidado comenzó a meterlo, jadeo al sentir la grandeza del contrario entrar en él lentamente, sus ojos se llenaron de lágrimas, sus mejillas se pusieron aún más rojas de lo que ya estaban, sus piernas temblaron cuando lo tuvo todo dentro, apoyó sus manos en el pecho del alfa, y comenzó a mover sus caderas lentamente, disfrutaba completamente de esa sensación, se sentía tan lleno de su alfa en ese momento, que sentía que se volvería loco, había deseado tanto hacer esto.

Comenzó a moverse con más rapidez, jadeando y gimiendo suavemente, sus piernas dolían por el hecho de estar cargando con todo su peso, pero no podía detenerse, había logrado tocar un punto en su interior que le había hecho temblar de placer, el alfa debajo suyo también gemia, y entre sueños decía su nombre, haciéndolo apretar sin querer su entrada.

Se asustó al sentir las enormes manos de su alfa en su cadera, pero no dejó de moverse, ahora lo hacía con más velocidad ya que las mismas le ayudaban con su movimiento, colocó sus manos a los lados de la cabeza del alfa, y abrió sus ojos con sorpresa al ver los hermosos ojos ámbar de su hombre, notando así que ahora se encontraba despierto y tenía una sonrisa traviesa en sus labios.

-No me esperaba que hicieras esto, Kisaki. Pero, joder, preferiría que me montaras mientras estoy despierto para poder apreciar  y disfrutar todo lo que haces, aunque no te niego que tuve el sueño más caliente contigo de toda mi vida, lo que no esperaba es despertar y darme cuenta que no es del todo un sueño~...- El alfa tomó con firmeza las piernas del omega, y se acomodó de tal forma que pudiera mover sus propias caderas y embestir salvajemente al menor.

El moreno gritaba de placer ahora, sus ojos azules estaban nublados por la lujuria, lágrimas caían por sus mejillas, y de la comisura de sus labios un hilo de saliva también escurria, llamaba desesperadamente a su alfa, y gritaba lo bien que se sentía ser follado de esa forma, que lo hiciera más rápido.

-Alfa, alfa, ¡Alfa!, ¡Correte dentro mío!- Pedía entre jadeos desesperados el menor -¡Alfa, me vengo!- Su voz sonaba quebrada, el alfa sonrió gustoso al ver el desastre que era el menor -¡Vamos, omega! ¡Correte para mí!- Cuando el mayor dijo eso, el moreno se corrió casi instantáneamente, fue un orgasmo intenso, el omega se sentía perdido, sus piernas temblaban, sus ojos se encontraban cerrados, y su boca abierta tratando de recuperar el aliento que había perdido.

El alfa también se había corrido, y formando sin querer un nudo dentro del menor, no se sentía preocupado por embarazarlo, porque sabía que no ocurriría por el momento, pero si sería incómodo para el menor, por lo que solo abrazó al menor, acariciandolo, y viendo si se encontraba bien después de lo que había sucedido, al asegurarse que estaba bien, lo acomodó bien en su pecho, y se quedaron así por un largo rato, en todo lo que se deshacía el nudo.

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No sirvo para escribir estas cosas, ahhhh.

Los fetiches de Hanma. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora