El Primer Día

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Temprano en la mañana un jóven de cabello castaño se levantó de su cama, alistándose para uno de los días más importantes de su vida, su primer día de escuela.

«Hoy sí, hoy será el día en el que podré ser el nuevo mejor alumno de la escuela» Pensaba con entusiasmo. Aunque haciendo una mueca de duda al sostener sus rollitos que se le formaban por encima de la toalla al rededor de su ancha cintura. Sacudió su cabeza para deshacerse de ese pensamiento, terminó de cepillarse el cabello, saliendo disparado del baño a su habitación.

—Freddy, apresúrate, se te va a hacer tarde— Le gritó su madre a mitad de su camino, al escuchar sus pesados pasos.

—Lo sé, mamá, ya no tardo— Respondió, Freddy, cerrando la puerta y jadeando por la prisa.

Vestirse no era menos agotador. La barriga del joven se entrometía en solo colocarse los calcetines, el pantalón y abotonarse su camisa blanca era igualmente un reto, su suave abdomen se entrometía en el espacio entre los botones, reventando uno de ellos durante el proceso. Freddy se miró en el espejo viendo el espacio que quedó en medio, entre su pecho y panza, sonrojándose. Rápidamente buscó en los cajones, sacando una corbata roja que se colocó para cubrir la apertura, sintiéndose aliviado.

—¡¡FREDDY!!— Gritó su madre ya molesta, asustándolo rotundamente.

Sin esperar más, bajó las escaleras tan rápido como su gran cuerpo le permitió hasta sentarse a la mesa, donde su hermano mayor, Luca, ya estaba atiborrándose de su desayuno.

Lucas sólo era un año mayor que Freddy, compartían los ojos azules de la familia, y el cabello castaño con una ligera diferencia en su estilo. Pero la mayor diferencia estaba en sus tamaños, era bastante más obeso que Freddy, por eso sentía algo de superioridad, pero realmente se preocupaba por su hermanito y sus planes en la nueva escuela.

—Veo que tuviste un accidente hermanito— Señaló Lucas a Freddy, juguetón, pues su corbata se volteó a su hombro, dejando ver la falta de un botón en su camisa. Con pena, rápidamente se acomodó su corbata.

—O-Ocúpate de tus asuntos...— Tartamudeó Freddy.

—Nah, nunca fuiste del tipo más rudo Freddy, pero es un buen intento— Giñándole el ojo, Lucas continuó metiendo panqueques cubiertos en miel en su boca.

—Niños, no quiero peleas tan temprano, y tu Freddy mejor que te apures a comer— Insistió su enorme mamá, con su delantal rojo ajustado en su cintura, cubriendo su gorda panza descubierta a causa de su pequeña blusa rosa. Dejó un plato con una alta torre de suaves y esponjosos panqueques y waffles, la miel y la mantequilla escurriendo entre cada piso.

Freddy aún sintió algo de enojo por su hermano, tenía razón, nunca fue alguien valiente, pero tenía la esperanza de que ese día sería distinto.

Ambos hermanos sujetaron su panzas, puestas encima de la mesa, con una notable diferencia de tamaño.

—Muy bien niños, más les vale dejar de comer, no querrán arruinar sus uniformes antes de la escuela— Decía en juego su mamá.

Ambos agradecieron por la comida y tomaron sus mochilas, ambos jóvenes obesos se tambalearon hasta la puerta. Lucas al frente, que al pasar por la puerta su cintura quedó atrapada, se esforzó por liberarse, pero su barriga no se lo permitía, Freddy comenzó a empujarlo por detrás.

—Muéve tu enorme trasero, no pienso llegar tarde a mi primer día...— Freddy se esforzaba por mover a su hermano mayor.

—Eso intento... ayer cupe perfectamente—

Su madre los miraba con algo de ternura, hasta que se acercó a ellos. —Creo que tengo una idea— De la cocina llevó una barra de mantequilla, untándola en las caderas de Lucas. —Solamente creciste un poco, amor, esto siempre me ayuda a salir del baño cuando me sucede.

—Eso explica porque siempre hueles a pastel— Dijo tiernamente Freddy.

—Pero yo no quiero oler a pastel— Se quejó Lucas, por fin liberándose de la puerta y dirigiéndose ambos al autobús.

Su madre deseándoles buena suerte y Freddy algo nervioso por la gente que conocería en la escuela. Lucas ya tenía algo de experiencia, siendo un año mayor que Freddy. Pero no hablaban mucho de ello, Freddy tenía su plan de arreglárselas solo desde hace tiempo.

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Ya dentro de la escuela, los dos hermanos se separarían.

—Seguro que estarás bien, tomaste tus medicamento ¿cierto?— Preguntaba Lucas abriendo la puerta de su aula.

—Sí, estaré bien, puedo manejarlo, tú trata de no atorarte en otra puerta— Bromeó, Freddy.

—Ja, Ja, muy gracioso...— Al entrar al aula nuevamente la ancha cintura de Lucas se atoró otra vez. —Ni una palabra...

Ya entonces, Freddy se armó de valor mirando la puerta de su aula, respiró profundo y como si algo fuera a golpearlo del otro lado, pasó por la puerta con los ojos cerrados. Abrió cuidadosamente uno de sus ojos y como era de esperarse, los alumnos estaban en sus asuntos. Aunque algo había que destacar. Todos eran enormes, había chicas con sus barrigas sobre las mesas de sus butacas, y quienes apenas cabían en estas incluso la silla de la profesora era una silla de oficina exageradamente ancha. Era algo nuevo para Freddy, así que solamente avanzó con cautela, a pesar de que nadie le prestaba mayor atención.

—«Muy bien, Freddy, estas dentro de la zona de guerra, hora de probar que puedes con esto»— Narraba nerviosamente para sus adentros. —«Lo primero es escoger un asiento, pero con quien...»

Observó tres asientos, uno con un joven de cabello rojo, bastante grande, ni siquiera su uniforme podía cubrir su gran y redonda panza sobre la butaca. Tenía sus gordos brazos en la nuca, parecía relajado.

En la otra hilera, había un chico de cabello largo y morado, usando lentes y con un libro frente a el. Este tenía un trasero bastante ancho y blando, era impresionante imaginar como es que logró caber en su butaca.

Y por ultimo, al fondo de la ultima fila, una chica bastante gorda, de pechos pequeños, y una doble barriga notablemente apretada contra la mesa de su butaca, de cabello amarillo observaba al nervioso Freddy y le saludaba, haciendo la grasa de su brazo tambalearse como gelatina. Le observaba alegremente.

—«Escoger el lugar correcto... de eso dependerá mi desempeño para el resto del año escolar...»—

•••

FNAF HS XXLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora