Capítulo Único

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Luego de la guerra en Howarts pensé que mi destino estaba sellado, que mi muerte permanecería como tal.

Cumplí mi función como espía, hice todo lo que tuve que hacer y no evité a Nagini aún sabiendo que mi "Lord" me asesinaría. Entonces, por qué? Por qué él no me dejó ahí?

Le di mis recuerdos, lo miré a los ojos, esos hermosos ojos verdes, sin esperar a cambio nada. Maldito Potter y su complejo de héroe.

Verlo por última vez sabiendo que moriría y entregarle una parte de mí hubiese sido suficiente para que me dejara en paz, al menos eso creí, que con mi muerte, mi responsabilidad y mi tarea en esta guerra acabaría.

Al parecer la muerte no era parte de la ecuación. Un despertar en San Mungo luego de cinco meses fue más que suficiente señal para saber que Harry Potter venció. No tuve mucha visita, el profesorado de Howarts llegó de a poco en cuanto supieron que estaba con vida, aunque no todos sentían placer al verme. McGonagall me informó de todo lo que pasó en el mundo mágico desde la muerte de Voldemort, el ministerio, mi sentencia a nada por haber estado bajo el mandato de Dumbledore todo este tiempo, Howarts, las familias y estudiantes, dejando por último a Potter y compañía.

"Le va bien, ha estado cursando su último año junto a sus compañeros por todo lo pasado en el ciclo anterior" por un momento se quedó ahí y siguió "parecía deprimido al principio, perdimos a muchos ese día, casi fuiste uno de ellos" dijo el último dato con un tono más apagado, es muy notorio como todo esto afectó a la, ahora, directora de Howarts, le tomó unos segundos para volver a traer un tono más alegre a todo "sorprendentemente, tal vez para ti, Harry está entre los mejores estudiantes en la clase de Pociones de su generación, nunca tuvo notas mejores, aunque claro, no a la altura de Hermione, pero por poco"

No es como que me haya realmente llamado la atención, tuvo mi libro viejo de pociones, eso debió de ser suficiente ayuda, más la de Granger, no es de sorprender.

No contesté nada en respuesta. Minerva solo siguió hablando de otras ciertas cosas, los juegos de Quidditch de las casas, como Potter voló por la snitch, lo que le pasó a mis serpientes y como las generaciones menores pelean por estupideces.

Justo en algún momento llegó el medimago, haciendo que Minerva se retirara prometiendo volver otro día.
El sanador me recordó tomar mis pociones diarias y no abusar de estas, supongo será por las secuelas de dolor insoportable que seguía sintiendo en la herida.

Me habían explicado como no morí, que iba a pasar y que tomaría un tiempo en salir. Eso fue ya hace cuatro meses desde que desperté. Para mi agrado o desgraciada, ni Potter ni sus amiguitos visitaron. Pero por qué habría de hacerlo? Después de lo que hice, después de lo que le mostré, realmente no habría razón para una visita tras el historial escolar de un profesor que no era realmente agradable a sus alumnos.

...

Ya casi terminando el año escolar fue cuando me dieron de alta. Volví al castillo, era el único lugar que conocía como un hogar, uno que siempre me recibirá con los brazos abiertos diría Dumbledore.

Llegué vía Flu a la oficina de la directora, la cuál estaba esperando, lo que no me esperaba era que el retrato de Dumbledore me hablara, pues eran altas horas de la noche.

"Bienvenido a casa, muchacho" me saludo el cuadro con una sonrisa tranquila típica de él, no como si yo fuese su asesino en primer lugar.

"Dumbledore" fue lo único que salió de mi boca como un saludo.

Minerva me indicó que mis cosas seguían como estaban en mi habitación y que lo que tenía en San Mungo ya fue transportado, así que fui directo ahí.

Quiero (Snarry) ONE SHOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora