INSTITUTO MANZANARES ©

CAPÍTULO TRES

PABLO GONZÁLEZ

- Pablo, ven aquí, tengo que hablar contigo.- Dijo mi insoportable padre.

- ¿Qué pasa papá?- Pregunté desinteresado mientras me sentaba en el sofá, posando los pies sobre la mesa.

- Yo sé que tenías muchas ganas de ir de vacaciones a Miami, pero he tenido un problema en el trabajo y no vamos a poder ir.- Dijo serio, algo normal.

- ¿Y no puedo ir con otra persona? ¿De verdad me tengo que quedar sin vacaciones solo porque tu hayas tenido problemas en el trabajo? No lo veo justo.- Le dije enfadado.

- No, y no te vas a quedar sin vacaciones, irás a las que prepara el instituto. Así tienes vacaciones.- Dijo aún serio.

- Pero yo no quiero ir, las vacaciones que hace el instituto son una mierda, la otra vez fuimos a una casa y nos quedamos ahí dentro todo el verano. Yo no quiero desaprovechar mi verano.- Dije enfadado. No quiero ir a esa mierda.

- Es eso o quedarte todo el verano en casa sin salir, sin móvil, sin televisión, sin amigos. Solo tú y un montón de libros sobre la historia de España.- Dijo y salió de la casa dando un portazo.

No me puedo creer que otra vez tenga que ir a ese asqueroso lugar. Es que hasta en vacaciones en el instituto. De verdad y yo que pensaba que no iría a verle la cara a Rivera hasta septiembre. No me lo puedo creer.

A parte mis amigos están de vacaciones. Rodrigo se ha ido a las Maldivas con la familia de la novia de su padre, Manuel está en Cancún con sus primos pasándolo bien tomando el sol y Dani se ha ido a Egipto a visitar las pirámides y a buscar la tumba de Cleopatra junto con un equipo de arqueólogos.

No es justo que todos mis amigos estén fuera del país y yo me tenga que quedar aquí. Aunque, bueno, a lo mejor hay chicas guapas y me lío con alguna. La verdad, yo nunca estuve con una chica, siempre me lío con ellas y al día siguiente me voy con otra. Nunca me ha gustado nadie, estoy esperando a la chica adecuada, la chica que me haga sentir cosas en mi estómago, la que haga que esté todo el día pensando en ella, con la que quiera estar todo el tiempo. A lo mejor este es un buen año para encontrarla, ya que Rivera nos dijo que para este curso iban a venir dos personas nuevas, un chico y una chica. La verdad, ahora que lo pienso, creo que es una buena oportunidad para conocerlos.

Estaba tranquilo en mi cuarto escuchando Myke Towers, cuando entró mi padre en mi cuarto muy enfadado, dio un portazo y se sentó a mi lado. 

- Papá, ¿estás bien?- Le pregunté preocupado. Nunca pensé que me fuera a preocupar por él.

- No, perdí un contrato de alianza con una gran empresa, y todo por culpa de Ramírez.- Dijo muy enfadado, nunca lo escuché así.

- ¿Cómo lo perdiste?- Pregunte con gran interés.

- El estúpido de Ramírez trato fatal al dueño de la empresa, acabo de perder una gran oportunidad, ¿me entiendes?- Dijo desahogándose e intentando calmarse.

- Bueno papá, no pasa nada, seguro que tendrás ofertas mejores. Si él no ha querido colaborar contigo, se arrepentirá.- Dije intentando subirle el ánimo.

- ¿Sabes qué hijo? Tienes razón. Cada día estoy más seguro de que vayas a ser el futuro dueño de la empresa. Tienes todo lo que yo no tengo, paciencia, bondad, compañerismo... Estoy muy orgulloso de ti Pablito.- Dijo agradecido y me abrazó. Él nunca me abrazó. Lo encuentro muy raro, más de lo normal.

- Bueno Pablito, mañana vas al instituto para tus vacaciones. Le saqué a Rivera a dónde vais a ir, y parece ser que a una cabaña que está al lado de un lago en el que os podéis vais a bañar. Así que prepara tus cosas.- Dijo más calmado y se fue.

Nunca pensé que diría esto, pero, tengo ganas de conocer a la chica nueva.