𝔜𝔬𝔲 /𝔞𝔫𝔡 𝔇𝔢𝔳𝔦𝔩/ 𝔞𝔫𝔡 𝔐𝔢 Chongqiu -- Xiaoven -- Xiao x Xingqui-

Presentimiento

Se había extrañado bastante de la última carta que había llegado a sus manos, por supuesto sintió bastante tristeza y algo de mareos combinados con náuseas cuando leyó en ella que el entrenamiento tardaría unos meses más, ya no soportaba la distancia, y no sabía si podría aguantar más tiempo. Sin embargo, una vez se compuso un poco de esa sensación y siguió leyendo las líneas de la misma, pudo recomponerse un poco, y a medida que razonaba las palabras, una sonrisa iba dibujandose en su rostro, más y más extensa, Chongyun mencionaba de nuevo que no podía dejar aquella montaña hasta que el entrenamiento estuviera completo, por ello no podía visitarlo, pero que, en cambio, Xingqiu si podía ir a verlo.

Después de rogar un poco al adeptus de esta montaña, decidió concederme un permiso para que puedas entrar, menciono en la carta, no agrego por supuesto que suplico y lloro en las oportunidades que Xiao no estaba presente, y mucho menos que había tenido que acudir a Shenhe para que intercediera, suplicando también a ella y rebajándose a actuar como un niño que necesitaba que su querida tía lo protegiera... Claro que no, contarle eso a Xingqiu hubiera sido muy vergonzoso y al final lo que importaba era que junto a aquella carta estaba ya el permiso que le dejaría entrar sin más problemas.

Se que estás ocupado y tu trabajo es difícil, no me gustaría que te metieras en problemas, así que ven a verme cuando puedas hacerlo, por favor, no te metas en problemas. Remarco eso con bastante entusiasmo, pues se veía con trazos más gruesos, sin duda conocía a Xingqiu, así que el mismo no entendía por qué razón Chongyun hacía énfasis en ello si obviamente él no iba a obedecer, no obedecía a nadie, y mucho menos lo haría en una situación así, no necesitaba esperar más, el trabajo y las responsabilidades las odiaba, y aunque su padre estaba más feliz que nunca, él no lo estaba, por tanto, no se quedaría a seguir esa rutina ahora que podía ir a verle después de esos tortuosos meses.

Decidió no enviar la carta que había escrito como respuesta, ya no era necesario, escaparía apenas amaneciera he iría a encontrarse con el de inmediato, Chongyun había dicho que el camino era peligroso y, por tanto, que no quería que se arriesgará, debido a ello y a complacencia prefería que ese camino le tocará cuando el sol estuviera alto, al medio día, calculaba, debería estar cerca de un buen sitio para descansar y quizá seguro adelantar un poco más antes de que la noche cayera y así poder acampar, se hacía una idea del sitio en que podría estar seguro.

Siguió recorriendo el mapa, incluso de regreso a su cuarto, de echo por más temerario que fuera era alguien precavido y organizado, no sé arriesgaba inútilmente, mucho menos viajando solo. Las horas se le escaparon, sin embargo, no tan rápido como quería, acomodo todo lo que necesitaba y luego se tiró en la cama mirando el techo ... No, no podía dormir, solo estaba deseando que la hora llegara, pero como si fuera a propósito, los segundos se alargaban más de la cuenta, se volvían pesados y molestos.

Rodó de un lado para el otro, pues incluso al darse cuenta de que no podría dormir por la desesperación había tratado de leer... Pero no lo había logrado, lo cual era jodidamente extraño, él podía leer en cualquier situación, se trataba casi de un superpoder, pero ahora la emoción y desesperación por ver a Chongyun eran más fuertes, incluso más poderoso que su arraigado amor y gusto por la lectura.

" Sí que eres especial mi amado Chongyun" pensó para si mismo mientras fantaseaba de nuevo con su rostro.

Los segundos, los minutos, las horas, lo torturaron por el resto de la noche, hasta que finalmente vio el sol asomarse en el horizonte. Había logrado dormir un par de horas, pero más que dormir habían sido microsiestas debido al cansancio, sabía de sobra que no era bueno viajar sintiéndose tan cansado, pero su falta de sueño había sido por la emoción, así que no se detendría ahora.

Tomo las cosas que había preparado y aún un poco oculto por la obscuridad que aún no se desvanecía, escapó, salió de la mansión con rumbo al puerto de Liyue para luego tomar aquel largo sendero que lo llevaría hasta Chongyun, llevaba en el rostro una enorme y emocionada sonrisa y por supuesto un gran entusiasmo que parecía desbordarse.