Capítulo 3: Vibraciones.

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El chirrido y el golpe seco de la puerta de mi habitación me desconcentraron, el aire la había cerrado, dejando una rendija de ventilación, estaba entornada. La calefacción estaba parada porque tanto ni Geert ni yo teníamos demasiado frío para conectarla. Estaba en el ordenador revisando el correo pues Judit, mi mejor amiga de Alemania me dijo que me mandaría un correo una vez a la semana y a esas alturas aún no lo había recibido. Un clinc captó mi atención. Giré levemente la cabeza hacia la pantalla rectangular del ordenador portátil y vi, en un color diferente al resto de mensajes uno que tenía como título "Te echamos de menos." Lo abrí sin dilación y lo leí cuidadosamente.


De: Judit Riss.

Motivo: Te echamos de menos.

Fecha: 18 de septiembre del 2014, viernes.

Hora: 21:57 horas.

Para:Jenell Nadel.

Te echamos de menos cari, hace ya más de una semana que no nos vemos y esperamos que te pases algún que otro día por aquí. Tienes que contarnos todas las cosas que hagas y todo lo que te pase, ¿me has entendido? Jana está muy pesada y Jenny no para de señalar que tenemos que llamarte, pero nos costaría mucha pasta. Te queremos, Las Cuatro 'J'.

 

Sonreí a la nada. Tenía la mirada clavada en el ordenador, sin mirar nada. Las letras se juntaban unas con otras en mis pupilas perdiéndose y sin poder diferenciar unas de otras.  Jana y Jenny eran gemelas, junto a Judit formábamos el grupo de Las Cuatro  'J '. Aunque Judit era mi mejor amiga y sabía cosas que ni Jana ni Jenny sabían yo las quería considerablemente. Las gemelas no se parecían en nada, más que gemelas eran mellizas. Jana era rubia con el pelo a la altura de la espalda y los ojos color café, y un poco achinados. Era morena y alta. En cambio, Jenny era pelirroja con el pelo corto, ojos café, y pálida como el hielo.  Y a las tres las echaba de menos.

  Rápidamente y, sin pensar, casi instintivamente contesté el correo. Quería que lo vieran rápido porque quería hablar con ellas.


De: Jenell Nadel.

Motivo: Yo también os echo de menos.

Fecha: 18 de septiembre del 2014, viernes.

Hora: 21:59 horas.

Para: Judit Riss.

Yo también os echo muchísimo de menos y tengo muchas cosas que contaros, probablemente cuando celebre mi cumpleaños lo celebre allí, porque aquí no... bueno, lo pasaré mejor con vosotras. Ya os contaré cosas, más adelante... Diles a las gemelas que no te den follón. Un beso a todas y cuidaros. Se os quiere, Jenell.


Quería contarles lo relacionado a Diego y a Ayala y lo rara que estaba. Pero no tenía ganas ni era muy abierta. Ni siquiera con ellas. Al único que le contaba mis problemas era a mi hermano, pero ni siquiera le había contado estos.

  Le di al botón de enviar y en décimas de segundo el mensaje estaba en Alemania. Cerré el ordenador y deshice las sábanas que cubrían la cama para acostarme a dormir, bajé la persiana gris y corrí el estor morado y blanco. Apagué la luz y cerré los ojos. Una oscuridad recorrió mi cuarto y mi cuerpo, haciendo retorcerme en mi cama.

  Las gotas de lluvia que repiqueteaban contra la ventana me despertaron diez minutos antes de que sonase el despertador. Bostecé desperezándome y decidí bajar a desayunar.  Geert siquiera se había despertado. Cerré la puerta de la cocina para evitar que el sonido del aceite caliente de la sartén lo despertara y, en cuanto el desayuno estuvo hecho me senté a la mesa. Saboreé cada bocado de la tostada ya que tenía tiempo y una vez hube terminado, me levanté, jaboné el plato y el cuchillo con el que había untado la mermelada de melocotón y subí a la planta de arriba, arrastrando los pies; para darme una ducha caliente y lavarme el cabello, que lo llevaba todo enmarañado.

EL infierno de un ángel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora