Capítulo 5: Un favor.

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Las clases habían pasado rápido, no había hablado con nadie porque Inma

no había venido a clase y Ayala y Diego se habían pasado la mañana

hablando entre ellos. Me sentía hendida, aunque en cierto modo sabía

que a Diego le importaba... más o menos.

Fui a comprarme el almuerzo a la cantina. Había mucha cola pero quedó comida. Me

pedí un croissant y salí al patio. Dejé la americana colgada en la silla de clase, porque

hacía calor. Cuando estaba en el patio Diego se acercó a mí, despidiéndose de unos

chicos con los que estaban hablando.

—Hola —dijo. Su voz dulce y su aliento frío contra mi cuello.

—Hola —respondí. Arrugué una ceja.

—¿Y tu hermana?

—Está enferma —contestó impaciente—. Te ha caído muy bien, ¿verdad?

Asentí.

—Se parece a ti.

—El otro día no vino a la biblioteca con nosotros —agregué, indagando.

—¿Y? —inquirió. Se pasó la mano por el pelo, me quedé paralizada.

Se me fue el santo al cielo y no recordaba qué quería decir.

—Nada. Se me hizo raro.

—Estaba enferma. —Su voz era cortante y él se encontraba distante. Nada había

cambiado.

Inhalé aire.

—Quería hablar contigo.

—Gracias por salvarme —me adelanté.

L

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—Eso... —rodó los ojos para luego quedarse pensativo mirando al cielo— no sé qué

me pasó por la tarde.

—No sois muy discretos.

—¿A qué te refieres? —sonaba confuso.

—Si dejáis la puerta abierta, se escucha —confesé en voz baja, tímida y ruborizada.

Se quedó callado.

—Creí que no querías ser mi amigo.

—Sí quiero, es solo que necesito mantenerme alejado de ti.

—¿Por qué?

—Cosas mías —. Respondió tajante e hizo ademán de marcharse.

Le detuve. Al contacto con su fría piel me recorrió un escalofrío.

—No disimules.

Negué con la cabeza para agravar mi indicación.

—No te sigo.

—Sé que solo estás fingiendo ser mi amigo o que te caigo bien por lo que te dijo

Geert, en realidad me odias—. Le interrumpí—. Y si no quieres ser mi amigo, ¿Por qué

me salvas? Y no me vengas con tus principios porque no creo que llegues a arriesgar tu

vida por una persona que te cae mal.

—Si de verdad escuchaste la conversación, lo que le dije a tu hermano no iba en

broma. No he hablado más enserio nunca. —Parecía confuso y damnificado— y que te

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⏰ Última actualización: Feb 09, 2016 ⏰

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