3: ¿me abrazas?

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alejo

-¿a dónde? - pregunto mientras se paraba y me seguía.

- primero a buscar a mauro que no se dónde lo deje, y despues te venís conmigo al hotel- ella me miró con una cara que no logré descifrar que quería expresar y me puse demasiado nervioso- si queres y no te jode, obvio.

- ¿a vos no te jode?- pregunto insegura.

miamor si estás vos no me jode nada.

-no tranqui.- le reste importancia

buscamos a duki, subimos al Uber y fuimos hasta el hotel.

-¿te ayudo a bajar a tu amigo?- pregunto la morocha.

-si podés, si.- conteste.

bajamos a mauro y lo obligamos a caminar hasta el ascensor, una vez dentro hablo.

- que linda la joda, que lindo yo, que lindo vos Ale y vos también Venus, somos todos re lindos.-comento mientras se veía al espejo que había. las puertas del ascensor se cerraron y el se sentó en el piso mientras hablaba pelotudeces de las que reíamos con Venus.

-mal- concordó la morocha- somos re lindos loco, pero más lindo serías si no tuvieras la ropa vomitada- mauro tenía tremenda mancha de vómito en la remera. Venus se agachó y puso voz de profesora de jardín para hablarle.

-¿como te llamas?- le pregunto con un tono dulce.

-no se. Ale, no me acuerdo cómo me llamo.- su cara de preocupación me hizo reír, Posta no se acordaba, no sé cuánto habrá tomado este pibe.

-que en pedo que está. - susurré mientras me agarraba la cabeza.

-cuando llegues a la habitación date una ducha fría, cámbiate la ropa y anda a dormir, ¿dale? mañana te tomas algo y vas a estar de diez.

-bueno reina.- contesto feliz.

las puertas se abrieron y salimos del cuadrado móvil para caminar por el pasillo. mi habitación estaba enfrente de la de mauro por lo que me acerque a saludarlo.

-chau negro.- le di la mano y un abrazo no tan fuerte para no tener cerca su remera manchada.

-chau gordo.- se separó de mi y fue a saludar a Venus- chau, Júpiter, gracias - la acerco y se abrazaron fuertemente y yo solo me reía por lo pelotudo que está - te quiero, cuídame al nene, porque aunque me cae un poco mal, lo quiero. que no se duerma tarde porque es chico todavía.

-yo lo cuido, vos tranqui. dormí lindo, descansa.- contesto con una sonrisa hermosa.

el entro a su habitación y nosotros a la mía.

- si te querés bañar o lo que necesites ahí está el baño - señale la habitación.

-oka-dijo mientras iba al baño.

yo me saque la remera y me tire a la cama, solía dormir en ropa interior, pero para no incomodarla me deje la parte de abajo.

- Ale- dijo una angelical voz mientras asomaba la cabeza por la puerta del baño.- ¿me prestas una remera para dormir? si no te jode.- dormí en bolas que por mi no hay drama, es mas, sería mejor.

-ahi te paso beba- me levante, busque una y se la alcance hasta el baño- está te sirve?.- ella contesto que si y volví a acostarme.

salio del baño y no puedo explicar lo bien que le quedaba la remera, le llegaba como a mitad de los muslos. deje de mirarla para no parecer jeropa, pero estaba re diosa.

había pasado como media hora y estábamos acostados juntos espalda contra espalda y ninguno podía dormir. quería dame vuelta y abrazarla o que ella lo hago no se, pero necesitaba que esté cerca.

en medio de la oscuridad y el silencio del cuarto su dulce voz se escuchó y dijo lo que tengo ansiaba escuchar.

-ale- hablo bajo supongo que para saber si estaba despierto y me di vuelta para ver qué pasaba- puedo em... podrías o sea... emm,¿ me abrazas?- pregunto tierna. ¿cómo mierda me voy a negar a eso?

nos pusimos no se tipo cucharita y la abrace por la cintura. no me acuerdo más porque al rato me dormí.

desperté en medio de la madrugada al sentir mi garganta seca. intenté levantarme para tomar agua, pero el peso de un cuerpo sobre mí me lo impidió. Venus dormia con su cabeza apoyada en mi pecho mientras que con su mano hacía formas sin sentido en el mismo lugar. era muy linda y respiraba con mucha tranquilidad. pero me estaba muriendo de sed, así que la hice para el costado y me levanté.

-mm Ale?- pregunto con voz ronca y se sentó en la cama.

-acostate beba, voy a buscar algo para tomar y vuelvo.-  replique bajito mientras me acercaba a ella.

-¿me traes algo para comer?- pregunto causando mi risa - es que me dió hambre.

luego de contestarle fui a la cocina, busque un vaso de agua, hice un café y agarre unas galletitas para llevarle. pensé que estaría ya dormida, pero estaba sentada en la cama con el celular en mano.

-¿si vemos una peli?- interrogó al verme llegar. - si queres obvio.

-de una, pone algo.

nos sentamos en la cama mientras comíamos y una vez terminamos nos acostamos para ver la película más cómodos. tenía mi cabeza apoyada sobre su pecho mientras ella me hacía mimos y veía la tele.

-sos muy lindo vos- hablo susurrante y con una voz melosa, sin dejar de mover su mano entre mi pelo.

-tan lindo como para que me des un beso?- pregunte y gire mi cabeza hacia arriba para verla.

-tan lindo como para que te dé dos..- declaró.

la morocha agachó su cabeza para acercarse más a mi, tanto así, que sus labios rosaban los míos. era un momento perfecto, probablemente ella luego se arrepienta de esto, pero no quita el hermoso ambiente que se había creado entre nosotros.
decidí terminar de unir nuestros labios en un cálido y tierno beso, sin prisa ni desespero, sino uno que transmitía amor y tranquilidad. sus hermosos labios chocaban contra los míos en un constante movimiento.

puse mis manos en su cadera para hacer que se siente a horcajadas sobre mi y ella dirigió sus manos hacia mi nuca, dónde daba suaves caricias y tiraba de mi pelo.

era un momento hermoso y hubiera deseado que no acabará nunca, pero por una razón estúpida e innecesaria llamada "respirar" tuvimos que separarnos.

la morocha se separó lentamente de mi y antes de soltar mis labios dejo unos pequeños piquitos en ellos. cuando se separó pude ver cómo abría sus hermoso ojos marrones. ay nena me tenés muy mal y te conozco hace horas.

el amanecer; ysy aDonde viven las historias. Descúbrelo ahora