4 ¿justo ahora tenía que venir?

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alejo

no sé cuánto tiempo paso, pero estábamos abrazados sin movernos hace, al menos, diez minutos. Cuando veo la hora eran las 5:15am y no tenía ni un poco de sueño. Venus me empezó a dar besos húmedos en el cuello y me puse muy nervioso, no es que no me gusten, al contrario, me encantan y eso es lo que me da tanto miedo.

¿cómo alguien que conozco hace tan poco puede generarme tantas cosas? no es que este enamorado, es que me dan ganas de tenerla cerca todo el tiempo y de que no le pase nada malo. deje de analizar la situación cuando su voz me saco de mis pensamientos

-¿que paso?

-nada, por?- conteste confundido y medio perdido.

- te quedaste re duro ¿seguro que está todo bien?- volvió a inquirir.

-si, linda. tranquila- aunque no estaba tan seguro, no quería preocuparla.- vamos a fumar uno al balcón.

¿hay mejor solución que esa?

la levanté despacio de arriba mío y luego me levanté yo.

-¿estas seguro de que tenés un balcón?

-si... no. la verdad no sé. la habitación de mauro tenía, supongo que está también.

busque una puerta o ventana que indicara la salida a un balcón, pero no la había, por lo que decidimos salir a dar una vuelta. Paseamos por la playa mientras comíamos galletitas, la verdad no era la gran cosa lo que estábamos haciendo, pero ir con ella hacia que sea una experiencia completamente nueva.

Tuve la oportunidad de conocerla mejor y ella a mi. Me conto de su familia, no eran muy unidos; de su relación, muy tóxica, y de lo sola que se sentía. Yo le hable de lo mismo, mis amigos, mi carrera y mi familia, que a diferencia de ella soy muy unido a ellos.

cansados de dar vueltas decimos sentarnos debajo de un árbol. yo me senté y apoye mi espalda en el tronco del árbol y ella se sentó un poco más adelante, entre mis piernas, apoyándose en mi.

-¿ por qué no nos fumamos uno? - pregunto con una sonrisa - así olvidamos penas.

-es buenaa- conteste mientras buscaba en mi bolsillo.

-contame de vos ale.-

-¿de mi?- pregunte- no sé que te puedo decir.

- sos cantante, tu vida debe ser interesante.

-no se eh- conteste riendo- me llamo alejo, tengo 22 años. Tengo un hijo de cinco años, Bruno, que se enojo cuando se enteró que venía a dar shows a villa Gesell.

-¿por que se enojo?- pregunto curiosa.

- porque, según el, venía a la playa a jugar y no lo traje.- explique causando su risa- se re enojo el enano. Así que pasado mañana viene con mi vieja.

-aww que lindo ¿vienen de vacaciones?- dice con una sonrisa muy tierna.

-si creo que nos vamos a quedar una semana, no se- dije mientras me sentaba mejor.

al sentarme más para atrás su mano, que estaba en mi abdomen quedo apoyada justo en mi entre pierna. Ella creo que no se dió cuenta, porque no la saco, así que seguimos hablando tranquilamente.

Bueno, ella siguió hablando tranquila. Yo... digamos que me puse medio nervioso, me sentía un nene chiquito.

seguimos hablando y ella me empezó a contar que hacía de su vida.

-Soy Venus, tengo 24 años y trabajo, va trabajaba, de modelo para marcas de ropa, maquillaje, y algunos videoclips.- explico con añoro.

-¿ por qué no lo haces más? sos hermosa, yo te contrataría para todos mis videos.- dije seguro, y es la verdad.

justo hoy a la tarde teníamos que grabar el vídeo de "Babeado bebé" pero creo que ya habían conseguido una mina, si fuera por mi la cambiaría y pondría a Venus.

-a Martin no le gustaba- dice con tristeza y bronca- siempre se quejaba y hacia problemas por todo, así que preferí dejarlo para no generar más conflictos.

-beba- dije llamando su atención- a él deberías dejarlo, no al modelaje ¿es lo que te gusta?- ella asintió- entonces hacelo, que nadie te diga que tenés que hacer y que no.

seguimos hablando un rato hasta que vimos la hora y decidimos pasar a comprar para comer. No nos complicamos mucho y nos compramos cuatro combos del Mac. lleve dos demás porque como íbamos a comer al hotel iban a estar los chicos. y esos morfan de una manera increíble.

llegamos a la habitación y yo dejé la comida arriba de la mesa mientras ella iba a buscar agua a la cocina, la rara no tomaba coca cola.

decidí seguirla y cuando iba entrando a la cocina le fiche el culo y me di cuenta que se había manchado con tierra el pantalón, seguro porque nos habíamos sentado en el piso.

me acerque despacio y la abrace por la espalda, mientras apoyaba mi cabeza en su hombro y le deba besos en el cuello.

- te manchaste la burra- le dije entre besos.

ella se rio y se separó para ver si era verdad.

-alejo!- se quejo- ¿por qué no me dijiste antes? camine por todo Gesell con el culo sucio.

-¿me estás incitando a qué te mire el culo más seguido? - cuestione con burla- soy pajero, pero no tanto, amor.

- como si no lo hicieras- contesto dando la vuelta para besarme.

estuvimos unos segundos en un beso tranquilo, tierno y cariñoso hasta que puse mis manos en su culo y pegue, aún más, mi pelvis a la suya.

ella llevo sus manos a mi cuello y las fue subiendo hasta llegar a mi pelo y tirar de el. lo que hizo que suelte un sueve jadeo sobre sus labios.

-no podés ser tan lindo- dijo cuando separó nuestras bocas para atacar mi cuello con sus besos.

le agarre las piernas para poder alzarla y subirla a la mesada, yo quedé entre sus piernas mientras suspiraba por sus besos.

mi entrepierna chocaba con la suya simulando estocadas por encima de la ropa. haciendo que ella suelte pequeños gemidos que me volvían loco.

Cuando iba a sacar su pantalón el ruido de alguien llamando a la puerta nos cortó todo el mambo. sea quien sea la persona que esté golpeando la puerta en este momento tenía ganas de matarla ¿justo ahora tenía que venir?

el amanecer; ysy aDonde viven las historias. Descúbrelo ahora