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Han Seo recibió un archivo con todos los datos que pidió sobre Vincenzo, al parecer el italiano tenía una reputación impecable pero se concentro en la información que estaba buscando. Para su suerte no estaba muerto, estaba internado en un hospital de baja categoría bajo el nombre de Tae-ho.

-¿Cómo es que Myung Hee no supo de esto?- se dijo a si mismo

Una loca idea cruzo por su cabeza, después de pensar en los pro y contra de su idea salió de la empresa y le indicó a su chófer a dónde ir, se bajo a unas 5 cuadras antes del hospital para evitar que el chófer lo siguiera. Poco después llego, se acercó a una enfermera preguntando por Tae-ho, se presentó como un amigo y la enfermera lo dejo pasar.

-aun no ha despertado pero ya se encuentra fuera de peligro, fue una suerte que el autobús no lo golpeará a el directamente o de lo contrario no hubiera corrido con la misma suerte - el asintió a lo dicho por la enfermera

Se acercó hasta donde el italiano estaba y bueno, esperaba verlo peor pero considerando lo que dijo la enfermera anteriormente le encontró sentido.

-si puedes escucharme.. procura despertar ya, no puedo protejer a tu hija por mucho tiempo- salió de la habitación para ir a la de alado, el niño en esa habitación si estaba despierto pero por indicaciones de la enfermera era mejor no hacerlo hablar

-¿Viene a matarme?- habló en un susurró débil

-no vine a eso solo.. lamento lo que te paso- se acercó a él dándole una reverencia -me alegro que estés con vida y en verdad lo siento trataré de mantener a tu hermana a salvo hasta que tu papá vaya por ella-

El niño asintió aún desconfiando de él y no lo culpaba por eso, se despidió de Alessandro para ir al departamento.

La sola idea le causo escalofríos, le pidió al chofer ir por la ruta más larga para poderse preparar mentalmente aunque jamás podría estarlo, siempre se sentía como la primera vez.

Su plan no funcionó porque el camino se le hizo igual de corto no notando cuando habían llegado. Bajo del auto en dirección a las escaleras tratando de ir lo más lento posible.

Entró al lugar dejando las llaves en la mesa, está vez fue a la habitación de su hermano quien ya lo esperaba muy cómodo.

-tu mejor que nadie sabe que no me gusta que me hagan esperar - se levantó de la cama tomando posesiva mente su cintura

-tenia unos asuntos que atender en la empresa y..- fue silenciado por los labios de su hermano

-escucharte hablar me irrita- lo guío fuera de la habitación hasta su "sala de juegos" que estaba en el sótano

Odiaba esa sensación que comenzaba a formarse en su estómago, odiaba lo que pasaría en unos momentos, odiaba tener que pasar por eso -¡!ADIVINA LA PUERTA CORRECTA!¡- mordió su labio inferior soportando las ganas de gritar antes las palabras de su hermano

Han Seok amaba torturarlo de todas las formas posibles hasta hacerlo casì enloquecer, pintar su cuerpo de tonos morados, hacerlo gritar hasta que rogara por su vida o ganar (que siempre era asi) para poder castigarlo.

Frente a el estaban 3 puertas de color rojo con grandes números en el centro del 1 al 3 en color negro.

-esto es más fácil que las otras veces- le susurró abrazándolo por la espalda -dos de esas puertas están infestadas por tu peor pesadilla- le besó el cuello de manera lenta muy raro viniendo de él -si logras atinarle a la correcta te dejo quedarte con la mocosa unos días-

-¿El castigó....?- Han Seo sabía que en los juegos siempre había un castigo

-¿Que te parece...probar carne humana?-

Amore in stile italiano     Donde viven las historias. Descúbrelo ahora