Capitulo 3

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Su beso se sintió bien, llevaba años sin sentir unos labios contra mi boca, nuestros lenguas danzaron al mismo compas, se complementaban como si mi boca conociese la suya a fondo, sus embriagadores labios, pero yo no buscaba besar a Adal, no sentí esa chispa que sentía cada que besaba a Amon, ese beso fue algo frenético y desesperado pero no hubo amor.

Solo quería intentar cerrar los ojos y volver solo por un momento, imaginar que hacía un viaje en el tiempo a la época dónde podía sentir su aroma, su piel contra la mía y besarlo, quería un beso apasionado de los que se llevan consigo un pedazo de tu alma.

Pero me equivoqué, el amor de mi vida está muerto y estoy condenada a no poder sentir sus labios otra vez.

Todavía recuerdo nuestro primer beso frente al mar con un hermoso atardecer de fondo o el día que me pidió que fuera su novia después de cinco meses de estar saliendo. Sonrío al recordarlo el quería que tuviésemos la cita perfecta que yo me sintieran como la princesa de un cuento, un cuento de sirenas como decía el, al final la cena fue desastrosa, pero todo daba igual si al fin éramos novios.

Se que no debía besar a Adal, ¿Estará tan avergonzado como yo?,¿Querra ver mi cara otra vez? Debe sentir que traicionó a su hermano, como mismo me siento yo.

Si existe una persona en el mundo que amaba y estoy segura a sufrido tanto como yo por la perdida de Amón es Adal, nisiquiera sus padres, su amor fraternal, la química increíble que tenían entre ellos no se comprará con nada que hubiese visto, habeces me preguntaba por qué mis hermanos y yo no podríamos llevarnos así.

Una lágrima traicionera resbala por mi mejilla, es triste saber que las lágrimas nunca abandonaran mis ojos.

Miro por quinta vez el edificio viejo con manchas de humedad que hay al otro lado de la calle, estoy pensándolo mucho para volver a poner un pie allí dentro.

El lugar donde viví con mis hermanos, con mis perversos padres, dónde pase la etapa más dolorosa de mi niñez, ahora vive solo mi hermano Nika con los dolorosos recuerdos, en lo cinco años que estuve en la cárcel no puso un pie en esta y el no se imagina cuánto lo necesite.

No quisiera irrumpir de golpe en su vida, pero no tengo a nadie más mi hermano Levi, el único que iba dos beses al año a verme vive en otra ciudad.

Muevo mi pie frenéticamente, lo pienso por unos segundos más, pero si fuese al revés y mi hermano estuviese en mi situación, no podría dejarlo en la calle.

Camino a paso decidido dentro del edificio, en el recibidor solo hay un sillón viejo dónde un señor ronca sonoramente.

Llegó al piso dos y doy unos pequeños toques en la puerta, no escucho nada y lo hago más fuerte, ya casi estoy al darme por vencida cuando la puerta es abierta, me abre una chica joven, muy hermosa con estilo, vestido, tacones caros y ¿Embarazada?.

-¿Tu quien eres?-.Me frunce el seño y yo me e quedado sin palabras.

-¿Cariño quien es?-.Escucho la voz de mi hermano, una sensación de anhelo me envuelve el cuerpo, lo e extrañado tanto y ¿ahora va a tener un bebé? ¿voy a ser tía?

-¿Yo no se dime lo tú, aquí hay una chica que se a quedado muda?

-¡Soy yo, Nika! -.Le hablo a mi hermano y este viene a toda velocidad hacia la puerta con los ojos como platos.

-¿Tu que haces aquí?,¿¡Te escapaste!?-Me mira horrorizado.

-¡Por supuesto que no! me liberaron por qué actúe en defensa propia-.Miento.

-¿¡Alguien puede decirme que pasa aquí!?-.La chica habla alterada.

-Te e extrañado hermanito -.Lo miro con nostalgia.

RadneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora