Rappeler.

Capítulo 2. (editado)

Holi, como prometí, el capítulo 2 a tiempo... Espero disfruten. ^^ Estuve un poco indecisa si relatar el punto de vista de Malfoy de esta forma, pero creo que no me quedó tan mal... Quise demostrar sus pensamientos de la forma más realista posible, así que bueno.. a leer. :'D

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-¿El señor Malfoy desea decir algo más? -preguntó la voz del primer ministro de magia, Schacklebolt.

-Dije todo lo que sabía, no tengo más información para dar -y no mentía con sus palabras.

El hombre lo miró absolutamente desconfiado y luego se quedó meditabundo un momento.

-Sabe que no confío en usted, ¿verdad? -Draco tragó grueso. ¿Qué más necesitaban? Había respondido cada una de sus preguntas, no se había retenido de dar detalles: lugares, fechas...

-Lo sé, no esperaba menos. Pero, repito, no sé qué más podría hacer por usted, Ministro -aunque estaba aterrado, jamás perdió la compostura. Tenía total convicción en su inocencia, estaba seguro de que no podrían hacerle nada, así que mantuvo en sí la calma, y esperó las siguientes palabras del hombre mayor que tenía en frente.

La mayoría de funcionarios que ocupaban Wizengamot esa mañana, miraban al joven con gran desprecio. Sabían muy bien por qué él estaba ahí, él había sido mortífago, había trabajado para el señor Oscuro, y colaboró en el asesinato de Dumbledore, facilitando que otros mortígafos entren al colegio.

Estaba solo, sus padres estaban muertos, no había nadie que testificara su favor, y aún así, Draco Malfoy mostraba total entereza y seguridad en sus palabras, que de alguna manera esto llamó la atención del hombre que lo estaba interrogando.

-Supongo que no tendrá problema en que usemos Legeremancia con usted, ¿verdad? -el chico palideció. No por miedo a ser descubierto en una mentira, porque en verdad no había salido tal cosa de su boca.

Pero ser descubierto en cuanto a ella...

-No siempre y cuando se me permita ocultar cierta información personal -Schacklebolt se sonrió con burla.

-No tiene derecho de exigir nada, señor Malfoy.

-Entonces no permitiré que puedan atravesar ni una sola barrera de mi mente -y tenía total seguridad de que así sería, ser el mejor de su generación en Oclumancia, le aseguraba una buena carta a su favor en ese momento.

Las más de cincuenta personas que se encontraban en el lugar, comenzaron a murmurar.

-¡Entonces a Azkaban! -gritó una mujer desde su lugar. Todos le siguieron a coro.

Schacklebolt comenzó a impacientarse.

-¡Silencio! -respiró; y volvió su vista a Malfoy -¿Prefiere irse a Azkaban?

Draco perdió la paciencia y se levantó con brusquedad de su asiento.

-¡Usted no puede! ¡He dicho todo lo que sabía!

-Primero siéntese -el joven dio unas respiraciones largas y profundas y volvió a su lugar, no quería que todo se pusiera peor -Segundo, está negando información al Ministro, así que sí, puedo.

Esas últimas palabras sonaron con eco en su mente. Tenía una sospecha de que el viejo lo estaba incitando, como queriendo que él pierda la compostura y le diera algún motivo como para poder enviarlo directamente a recibir una condena perpetua.

No quería, no quería que nadie supiera acerca de ella. Hubiera deseado quitar sus memorias antes de presentarse en Wisengamot, jamás creyó que le pedirían explorar su mente. Jamás creyó que iban a exponerlo de esa manera.