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Es Raro llegar a pensar, como aquella persona te llena de felicidad con tan solo una simple sonrisa.
Mírate ahí.
Sonriendo siempre, en todo momento, pese a las circunstancias, incluso en las más malas, siempre tratas de encontrar un lado positivo para todo, y eso me encanta.
Lo haces desde que éramos niños, y aún ahora.. sonríes con tal pasión, y tal emoción, justo como antes, no ha cambiado nada, contagias a los de tu alrededor y los apoyas a seguir.
Eres una persona bastante dulce, sin mencionar sincero y cariñoso, nunca dejas solos a los tuyos, y ya bastante juntado con Mark, que te pego bastante de él, poseen una energía basta particular, una pasión por el fútbol, y el cuidar de sus compañeros.
Tienes tantas cosas que me gustan de ti.
Pero creo que lo que más me gusta, definitivamente es tu sonrisa, sin duda es la más encantadora de todas tus facciones.
- ¡Tierra llamando a Aki! -Sentí unas manos en mis hombros- ¿Todo bien cadete Silvia? ¿Estás atenta a tu presente?
Me sentía confundida, levanté la mirada encontrándome con la de Ichinose, el cual me miraba con una ceja por sobre la otra, junto con una pequeña inclinación en su cabeza.
Domon nos miraba desde atrás, asomando su cabeza para observarme, para cuando regrese la mirada hacia Ichinose, para darle mi respuesta, mis ojos solo pudieron ver una suave y cómoda sonrisa en su rostro.
- Sabía que no me estabas oyendo.. -Soltó para reír con suavidad, mientras Domon reía y negaba con la cabeza-
Baje mi vista apenada.
Lo que estaba pensando hace unos pocos segundos regreso a mi mente, sabía que mi cara estaba completamente roja, me conocía bastante como para saber, cuando mi propio cuerpo me traicionaba, aún más cuando estaba Ichinose cerca.
- ¿Estás bien? -Domon se sentó a mi lado- Tienes la cara bastante roja.. -Señaló con obviedad-
¡DOMON!
¿Por qué?
¡Lo esperaba de todos menos de tí!
- Es cierto.. -Siguió Ichinose mientras su mano se deslizaba de mi hombro hasta mi mejilla- Estás bastante roja.. ¿Te sienten bien? -Preguntó en un tono más preocupado-
Genial...
Ahora su mano estaba en mi mejilla, se sentía realmente bien, pero no era el momento.
¿Que seguía? ¿Cargarme hasta la enfermería?
- Creo que deberías llevarla a la enfermería.. -Volvió a intervenir Domon- Su condición empeora..
¡DOMON CÁLLATE POR AMOR AL FÚTBOL!
- Si ese es el caso.. -Murmuro Ichinose para tomarme en brazos- ¿Vamos?
- ¡No! -Dije rápidamente, mientras me escondida entre su cuello- ¡E-Estoy Bien! ¿Si? -comenté nerviosa para mirarlo, este solo me miraba con confusión- Solo fue por el calor..
- Pero estamos en invierno.. -Volvió a decir Domon con una gran sonrisa-
Ambos lo miramos a la vez, tanto Ichinose como yo, fruncimos el ceño para mirar a nuestro amigo, este solo soltó una carcajada y corrió lejos de ahí.
Me las va a pagar
- ¿Entonces? -Volvió a hablar Ichinose, llamando mi atención, mientras se sentaba en la banca, conmigo en su regazo, creo que mi cara estaba poniendo roja de nuevo- ¿Por qué tan roja si no estás enferma?
Otro punto que compartía con Endou, era su mala intuición en cuanto a romance, dios..
- Solo pensaba en la persona que me gusta.. -Solté con sinceridad-
Ichinose abrió los ojos con asombro y luego bajo la cabeza mientras su mano subía a su cuello.
Ya estaba comenzando a ponerse incómodo el sólo.
Solo reí.
- Bueno.. -Siguió- Si te hace feliz.. -Sonrió- Yo también estaré feliz..
Maldita sea.
Simplemente no podía con eso, esa sonrisa triste no era de las que me gustaban, claro que no.
¿Por qué estaba triste?
¡Si tan solo le pusiera más atención a su alrededor!
- Pronto te lo presentaré.. -Comente para besar su mejilla con cuidado- Te prometo, que te encantará..
Este pareció animarse bastante, su sonrisa creció más y más mientras se iba transformando en una suave risa, de un momento a otro, me abrazó, posando su cabeza en mi hombro.
- Hasta crees que te voy a dejar ir.. -Susurro con suavidad-
Definitivamente lo amaba, esa actitud de niño, su risa, su mirada iluminandosé ante algo que le gustaba, Dios, lo Amaba.
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