epilogue

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probablemente esos hayan sido los mejores meses, casi año, de su vida.

 Poco a poco avanzaba con su trabajo de aceptación propia, notando los cambios en su mente y físico, comenzando a amarse de a poquito y con ayuda de los demás.

Jisung era jodidamente encantador, siempre le preguntaba su estado de animo, si necesitaba ayuda o recordarle que siempre podrían hablar. Hyemin tal vez no estaba acostumbrada a recibir tanta atención, tampoco a tener tantos amigos.

Jeno y Mark siempre le pasaban videos graciosos que encontraban por youtube, Chenle siempre hacía bromas en contra de su mejor amigo, Renjun la invitaba a cocinar con él y a pintar, descubrió que tiene buena mano para pintar y eso también era una terapia para Renjun.

Jaemin era un intermedio entre todos los demás. Mientras Haechan, Chenle y Mark eran extrovertidos, Jeno, Renjun y Jisung introvertidos, Na Jaemin era el punto medio. Charlatán cuando la situación lo a meritaba y silencioso cuando sus baterías sociables se agotaban.

Donghyuck se volvió como su mejor amigo, aprendiendo a jugar en línea con él, siguiéndole el juego cuando Lee fingía ser vlogger y sacándole miles de sonrisas sinceras.

Nunca se imaginó en esta situación, celebrando su cumpleaños con tantos amigos y por primera vez en mucho tiempo, no sintiendo ganas de desaparecer cuando el momento de soplar las velas llegaba.

era invierno, frío y crudo invierno, su cumpleaños había sido ayer y hoy Jisung pasó por su casa para poder estar algo de tiempo con ella.

a Hyemin no le gustaba quedarse sola en casa. Sus abuelos viajaron a la ciudad para poder hacerse sus chequeos médicos juntos, así que estaría unos dos días con la casa vacía.

bueno, no tan vacía, porque era obvio que su novio llegaría y sus amigos probablemente se quedarían a ver películas hasta la madrugada.

el pelinegro dejaba suaves y cariñosos besos en la mejilla izquierda de Kang mientras esta terminaba de escribir un trabajo de historia. Estaba sentada en el regazo del chico, en una silla bastante cómoda.

---- ¿terminaste? - escuchó la voz grave de Jisung cerca de su oído -

---- solo me queda enviarlo mañana temprano. - se recostó sobre su pecho, suspirando cansada - ¿quieres comer algo? 

las grandes, a comparación de las suyas, manos de Jisung, acariciaban con lentitud sus muslos, a veces dejando suaves palmadas en ellos. Él llevaba puesto el anillo que compraron en la feria que hubo hace unos meses, le quedaba hermoso.

jugó con él, girándolo y perdiendo el tiempo en eso.

le gustaba pasar tiempo con Jisung, eran lindos momentos. Siempre tenían algo de que hablar, siempre encontraban algo entretenido que hacer.

además, ambos tenían mucha confianza en el otro. Hyemin tuvo su primer beso con él, también su primera vez, sexualmente hablando, y nunca pensó en siquiera tener novio.

tener privacidad en la casa de Jisung era imposible, siempre alguno de los chicos los interrumpía. No es como si viviesen en esas situaciones, pero si son inoportunos en varias ocasiones.

Justo ahora, podrían estar tranquilos y hacer lo que querían, nadie podría interrumpirlos. 

Hyemin dejaba suaves mordidas en el cuello del pelinegro, escuchando sus suspiros y sintiendo como el agarre en su cintura se apretaba. Inconscientemente, comenzó a mover sus caderas, logrando que Jisung se levantara de la silla y caminara a la cama, dejándola debajo suyo.

desde esa perspectiva, se veía muy bien. Con sus rechonchos labios rojizos, su cabello cubriendo parte de su rostro y esa mirada tan pacífica y emocionante al mismo tiempo.

¿que pensaría de esto la Hyemin de hace dos años?

---- te amo..- suspiró Jisung antes de volver a besar sus labios.

era la primera vez que lo decía, era le primero de los dos que lo decía. Y al parecer, eso activó algo en aquel hilo que los unía por el meñique.

comenzó a brillar, llamando la atención de ambos, concentrándose solo en eso. Hasta que poco a poco, el hilo rojo de achicaba, hasta cortarse. 

se asustaron, sin moverse de sus lugares, porque rápidamente los nudos en sus dedos también desaparecieron. Parecía que el hilo volvía a surgir pero esta vez dentro de sus muñecas, quedándose allí, picando un poco para después revelar una pequeña mancha de color rosada, parecía una media luna.

---- ¿estás bien? - preguntó ella, mirando con algo de preocupación al chico -

---- sí, sí..- sonrió - ¿tú?

---- también.

---- leí en internet que llegado un momento, donde los sentimientos de ambas partes con verdaderos, el hilo desaparece para solo dejar una marca, como recordatorio de ya haber encontrado a tu alma gemela. - explicó, acariciando la mejilla de Hyemin - supongo que haber confesado que te amo, logró eso. 

Hyemin suspiró aliviada, tomando con lentitud el cuello del pelinegro y acercándolo a ella, Dejando un casto e inocente beso en sus labios.

---- también te amo. 

era sorprendente como a veces funcionaba la vida. ¿desde tan joven podría ya encontrar y confirmar quien es su alma gemela?

con dieciocho años recientemente cumplidos, Hyemin aseguraba con quien pasaría el resto de sus días y Jisung no estaría en contra de tomar su mano, cuidarla y amarla hasta que su corazón dejara de latir. 

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