Querido Billy II

273 13 0
                                    

Mientras tanto las chicas llegan al sanatorio

-Robin: no estoy cómoda, me pica

-Nancy: no se trata de estar cómodas, sino de parecer intelectuales

-Robin: agh...el sujetador me aprieta las tetas

-Dove: Robin baja la voz, como te escuchen hablar así no nos creerán

-Robin: ¿Que pasa, a las intelectuales no les aprietan las tetas?

Nancy suelta una pequeña risa ante el comentario y Dove rueda los ojos mientras también ríe

-Nancy: mejor déjanos hablar a nosotras ¿vale?

-Robin: tranquila, tampoco podría hacerlo porque esto me aprieta tanto que me voy a quedar sin respiración

Las tres chicas llegan al despacho del director

-Hatch: vaya, una media impresionante chicas

Las chicas sonríen y asienten

-Nancy: aquí tiene una recomendación del profesor Branley -le dice mientras le entrega una hoja

-Hatch: ah sí, conozco a Larry, y bastante bien

-Dove: hemos venido porque lo que aprendemos en clase es muy...limitado

-Hatch: conozco vuestra situación pero hay un protocolo para visitar a un paciente como Víctor, hay que presentar una solicitud, superar un proceso de control y luego la junta toma una decisión...las noto decepcionadas

-Nancy: es que...tenemos que presentar la tesis el mes que viene

-Hatch: y no tienen tiempo...y...¿De quien es la culpa?

-Nancy: nuestra, por supuesto, y acepte mis disculpas

-Robin: no te disculpes Ruth, a la mierda, la verdad es que presentamos la solicitud hace unos meses pero se nos denegó, y luego volvimos a hacerlo y se nos volvió a denegar, venir aquí era el último intento por salvar la tesis, y lo peor es que no puedo respirar con esta cosa

-Dove: oh, vaya Rose, tal vez deberías salir fuera a tomar el aire...

-Robin: puede que sí, Ruby, porque empiezo a creer que todo esto ha sido un error colosal, me está dando un ataque de urticaria, me aprietan las tetas y, sinceramente Anthony, ¿Puedo llamarle Anthony?, ésta no es mi auténtica ropa, la he pedido prestada porque quería que nos tomara en serio, porque nadie toma en serio a las mujeres en este campo, es cierto, no encajamos con esa imagen, pero¿Puedo contarle una historia? En 1978 estuve en un campamento y mi monitor nos contó la historia de la masacre Creel, y el pequeño Petey Mchew, ¿Te acuerdas de Petey? -dice dirigiéndose a Nancy a lo que ella asiente confundida- el pequeño Petey Mchew empezó a llorar en ese momento, y el resto de chicos no pudieron dormir, pero yo tampoco podía, pero no por el miedo, sino porque me obsesionaba una pregunta, ¿Qué llevaría a un ser humano a cometer unos actos tan horripilantes?
¡Desde ese momento supe que yo quería ser usted! Y pensé que todo merecía la pena, incluso ponerme este horrible vestido para poder hablar con el hombre que despertó toda esta curiosidad, y puede que no tengamos todo el papeleo necesario, pero no me diga que el llorica de Petey Mchew no habría conseguido entrevistarle en cuestión de segundos porque los dos sabemos que sí. 10 minutos con Víctor, no le pido más

El director se levanta de la silla y les lleva de camino hacia la celda de Víctor Creel y las tres chicas chocan disimuladamente sus manos

Steve y los demás llegan a casa de Max

-Steve: date prisa Mayfield

-Max: veinte segundos

Max entra a su casa

-Steve: ¿Este trasto tiene pilas no?

-Dustin: no pienso responder esa pregunta -hay un silencio- si tiene pilas

-Steve: ya lo había pillado

Después de unos minutos Max vuelve un poco agitada al coche

-Steve: han sido más de veinte segundos, ¿Estás bien?

-Max: estoy bien, arranca

-Lucas: ¿Ha pasado algo?

-Max: ¿Podemos irnos?

Lizzie no dice nada, solo se limita a ponerle la mano en la rodilla a Max y regalarle una pequeña sonrisa, ni ella misma sabe por qué ha hecho eso, pero por alguna razón le ha ¿gustado?, Max por su parte tampoco ha hecho nada por quitar la mano de la chica, simplemente la ha mirado y se ha girado para mirar por la ventana aunque inconscientemente se ha relajado y se le ha escapado una pequeña sonrisa por el gesto de la ojiverde

En el sanatorio

-Hatch: la sala de música es una de las más populares entre nuestros pacientes, la música tiene un efecto tranquilizante para las mentes trastornadas, la canción adecuada, particularmente alguna que tenga algún significado personal puede resultar un buen estímulo.

-Nancy: doctor Hatch, ¿Cree que cabría la posibilidad de hablar con el señor Creel a solas?

-Hatch: ¿A solas?

-Robin: lo que nos gustaría es enfrentarnos al reto de hablar con Víctor sin la red de seguridad de un experto como usted y después se lo restregariamos al profesor Bradley cuando volvamos al campus

-Hatch: ¿Bradley? No conozco a ningún profesor Bradley

-Dove: ¡Branley! Se refiere al profesor Branley

-Robin: si, lo siento es que estoy nerviosa, bueno emocionada, MUY emocionada por poder hablar con Víctor, preferentemente como ella ha dicho, a solas

-Hatch: claro, me habéis contagiado el espíritu rebelde, además, tengo que atender un asunto urgente, así que...adelante

Llegan a la celda de Víctor Creel

-Nancy: señor Creel, hola, soy Nancy Wheeler, y ellas son Robin Buckley y Dove Hopper, tenemos unas preguntas

-Victor: no hablo con periodistas

- Dove: no somos periodistas

-Nancy: hemos venido...porque le creemos y porque tiene que ayudarnos

-Robin: la cosa que mató a su familia...creemos que ha vuelto

PROMISE ME | Max Mayfield | Steve HarringtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora