Mindy:
Tras la situación tan comprometedora, la cena transcurrió con normalidad, no crucé ninguna palabra con Jonathan, pero si miradas. Demasiadas.
-Bueno, chicos, me iré a mi habitación,¿ podríais recoger la mesa? - preguntó Ava.
-Sí, no hay problema. - dije mirándola, desapareció por el umbral de la cocina, me di la vuelta y me encontré con la mirada de Jonathan.
-¿Por qué me miras así? - no hubo respuesta de su parte, solo comenzó a recoger.
Estaba colocando los últimos platos en el mueble, cuando sentí una presencia a mi espalda, pero esta vez no iba a caer en su juego. Me di la vuelta rápidamente, pero al instante me di cuenta de que acababa de cometer un grandísimo error. Él sonrió divertidamente cuando nuestros rostros quedaron a centímetros de distancia, colocó sus manos en la encimera, una a cada lado de mi cintura, esto no debería de disfrutarlo tanto como lo hice, pero mentiría si no.
Mi corazón golpeaba con fuerza mi pecho, amenazaba con salirse, en mi estómago se alojó una sensación de vértigo, pero todo empeoró, cuando sus labios rozaron con los míos. Mi mente gritaba que me alejara, pero mi cuerpo hacía totalmente lo contrario, estaba dispuesta a besarle.
Pero no iba a ser tan fácil.
Subió su mano lentamente por mi brazo en forma de caricia, hasta llegar a mis labio, me estremecí.
-He ganado yo. - dijo y se separó bruscamente, mi cuerpo se desinfló y lo último que recuerdo es mis piernas debilitarse y de pronto no ver nada.
Jonathan:
Tenía una sensación agridulce en mi boca, después de alejarme de Mindy, porque realmente me dolió separarme de sus labios, estar tan cerca y no hacer nada me ardía, pero iba a ganar.
Mi mente seguía procesando lo acabado de ocurrir, cuando un golpe retumbó en la habitación, Me di la vuelta preocupado.
Mierda.
No lo pensé dos veces y corrí hacia ella.
Estaba tumbada en el suelo, parecía que se había golpeado fuerte porque no respondía a nada de lo que le decía.
-No, no, no. Mierda. - la agarré entre mis brazos y la llevé con cuidad al asiento trasero de mi coche.
Conduje rápido hasta el hospital, temía que le hubiese pasado algo. llegué y me dejaron en la sala de espera mientras los médicos la revisaban.
Salió un doctor.
-Está estable y ha sido una contusión leve, pero deberá guardar reposo durante 48 horas. - dijo serio.
-Muchas gracias. - dije alegre.
-Está en la habitación 127 de la segunda planta, cuando despierte, le daremos el alta. - dijo y se fue.
Subí las escaleras con rapidez y la encontré en una cama totalmente sedada. Sentí una punzada en el pecho y apreté mis labios. Me acerqué a ella y aparte u mechón de su cabello tras su oreja, deseaba hacer eso desde que la conocí, pero no en esta situación.
Me senté en el filo de la cama y mientras acariciaba una de sus mejillas, me acerqué a depositar un beso allí, pero antes dije.
-Lo siento pequeña. - susurré y besé su mejilla suavemente.
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Besos salados
Teen FictionNueva, sin conocer a nadie, tuvo que mudarse al antiguo pueblo donde se criaron sus padres. Mientras ellos resolvían ciertos asuntos privados en la ciudad, Mindy, se vio obligada a alojarse una semana en la casa de la antigua niñera de su madre, don...