Infancia

18 8 7
                                    

Tom Pelfley 🌫️

Cada fin de semana era habitual que Stela y yo nos viéramos para jugar en el parque abandonado y jugáramos con los demás chicos.

Pero un día no llegó, lo entendí ya que no siempre va a venir los sábados en la tarde a un parque, supuse que tendría otras ocupaciones, jugué con los otros niños pero una escena hizo que cayera en cuenta de con quién nos estábamos juntando.

—Mira niño sin nombre, ¿cómo fue que moriste?— La de nombre ¿Sia?, preguntó mientras se limpiaba sus manos sucias con su ropa.

—Mmm no he muerto, ¿a caso tu si?, deja de jugar.— Esos temas me daban mucho miedo, era algo sensible y preferiría no hablar de esas cosas.

—Todos hemos muertos, por eso es que nos ves " porque tú también lo estás"— Miré a los demás y estos nos miraban con ojos expectantes esperando a mi respuesta.

Retrocedí un poco y el miedo se coló en mi poco a poco hasta el que empecé a tartamudear.

—Deja.. te de chis-tes no es gracioso,
otro de los chicos se acercó.—No es chiste, ¿por qué crees que nadie se nos acerca?, no nos pueden ver, somos almas sin descender al cielo, tú también eres igual a nosotros, deja la tontería que no es de agrado.

¿Estaba enojado?

~No, solo quieren matarte eso es todo~

—No estoy mintiendo, ¿cómo que son almas que no descendieron al cielo?, ¿por qué?, ¿por qué yo los puedo ver?, si es una broma espero que la dejen, porque es de muy mal gusto.— Hablé tan seguro y firme que todos me miraron con enojo y se acercaron amenazante hacía mí con furia en su mirada.

~Pura gente loca me encuentro yo~

—Tal vez nos ves porque estás apunto de morir.— Y eso bastó para que saliera corriendo de ese lugar, por nada del mundo me voltee, tenía miedo, mucho miedo.

Llegué a casa y corrí directo a mi habitación.

—Están locos, no tú, ellos no están muertos, solo son niños con ganas de asustar a las personas.—Me dije a mi mismo hablando por el reflejo del espejo.

Lavé mi cara y salí a la cocina para beber un poco de agua y para pasar el mal rato que pasé.

Sentía que me miraban.

Unas voces provenientes del despacho de mi padre llamaron mi atención.

Y como el gran chismoso que soy me acerqué cuidadosamente y eché un ojo por la puerta que ya estaba medía abierta.

Asco, decepción,  fue lo que me produjo ver a mi padre con una señora tocándole las piernas y susurrando algo en su oído.

Salí corriendo de casa y cerré la puerta con fuerza para que se diera cuenta que había salido.

Estaba tan sumido en mis pensamientos que no me di cuenta que caminé hasta llegar a una carretera que nadie transitaba, miré al cielo ahora oscuro por las altas horas de la noche.

Quise pensar que alguien estaría preocupado por mi, ¿pero a quién engañaba con decir que alguien me esperaba con los brazos abiertos en lo que antes llamaba hogar?

Respiré con pesar  y seguí caminando con la mirada gacha.  Sabía esa ruta de memoria así que no me iba a perder, caminé hasta llegar al puente Neus.

Era relajante escuchar el sonido del río, era alto el puente ya que el río tenía mucha profundidad, el sonido de la noche me relajaba y me hacía pasar el enojo, frecuentaba venir acá seguido pero lo dejé ya que siempre iba al parque pero ya no iré, no me quiero volver a ver con los niños locos.

¿Realmente son ciertas las palabras que salieron de la boca de esos niños?, muy bien sabía que era mega raro que Stela y yo jugáramos con esos niños muy alejados del parque, ¿Stela se habrá dado cuenta de eso y por eso no volvió?, ¿pensará que yo también era uno de esos niños?

Miré por última vez al río y regrese a mi casa, sin saber que este sería el lugar dónde comenzaría mi nueva vida.

                               †††

Nota de autor:

Cap re-corto pq si, jakshskaha no mentira, dado a que Epifanía es una historia con capítulos cortos esta no sería la excepción ya que es la continuación.

Todo lo que escribo es fantasía por lo tanto nada es real, ojo con eso jalshaksja.

No se olviden de votar y de dejar su opinión respecto al cap😽

Sarahy L.

Etéreo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora