Capítulo 2

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Las cosas se ponen calientes.

**

Kara se paseó por la zona de recepción. Ya había enviado un mensaje a su hermana, pidiéndole que se pasara por J'onn's para el nuevo radiador. Sonreía ante su teléfono mientras Alex intentaba averiguar quién necesitaba el repuesto. No es que Midvale tuviera mucha gente, y todos sabían lo que cada uno conducía. Kara estaba en punto de poner los ojos en blanco ante las extravagantes conjeturas cuando entró Lena. Puede que Kara no conozca bien a Lena, pero se dio cuenta de que algo no iba bien.

Lena le dio a Kara una sonrisa apretada que no llegó a sus ojos.

- "¿Estás lista para irnos? Me muero de hambre".

- "Sí, vamos. No está muy lejos", dijo Kara mientras guiaba a Lena por la puerta principal. "¿Todo bien?"

Los ojos de Lena se abrieron de par en par por un momento.

- "Sí, por supuesto". Lena intentó sonreír un poco más. No engañó a Kara ni por un segundo.

Las mujeres se subieron a la camioneta mientras Kara las llevaba a la ciudad. Viajaron en silencio. Cualquier tensión agradable que tuvieran se convirtió en algo agrio e incómodo. Kara no sabía cómo recuperar el equilibrio sin exacerbar las cosas. Sentía que no tenía derecho a cuestionar a Lena. Después de todo, sólo la había conocido hacía un par de horas.

- "Así que nunca respondiste a mi pregunta", dijo Kara con suavidad. Lena la miró con desconcierto. "¿Qué te ha traído hasta aquí? No es frecuente que venga gente en coche. La mayoría toma la autopista".

- "Estoy viajando por trabajo. He decidido tomarme un tiempo extra para mí".

- "¡Suena divertido! Siempre me han gustado los viajes por carretera, pero no es frecuente que los haga. ¿Qué haces en el trabajo?"

- "Yo..." Lena dudó brevemente, "trabajo en tecnología. Se supone que tengo que estar en una conferencia en Metrópolis dentro de dos días, pero ahora, con los problemas del coche, no creo que llegue a tiempo."

- "Bueno, ya me puse en contacto con J'onn. Él tiene la pieza que necesitamos. Alex la recogerá y estará aquí mañana por la mañana. Me pondré en marcha esta misma noche para tenerlo todo preparado. Con un poco de suerte, lo tendrás de nuevo en la carretera para el almuerzo de mañana. Será un viaje largo para ti, pero será factible".

Lena se animó de inmediato al oír el plazo. Ella no llegaría tan tarde si eso era cierto.

- "Kara", dijo con reverencia, "no sé qué decir. Gracias. Muchas, muchas gracias".

Kara sonrió suavemente y se sonrojó por el tono:

- "Cuando quieras, Lena".

Kara continuó conduciendo hacia la ciudad en silencio, pero esta vez mucho más cómodamente. Kara sonrió para sí misma, orgullosa de haber conseguido que la misteriosa mujer se abriera, aunque fuera un poco. Kara aparcó su camión en la calle. Se apresuró a ir al lado de Lena para abrirle la puerta.

- "Qué mujer tan amable", se rio Lena. Eso hizo que Kara se sonrojara de nuevo.

Mientras Kara mantenía abierta la puerta de Noonan's, Lena se dio cuenta de que todos saludaban a Kara por su nombre. La rubia estaba animada y respondía de la misma manera, preguntando por sus hijos, sus madres, su trabajo. Estaba claro que conocía a todos muy bien a nivel personal.

- "¿Lo de siempre, Kara?", preguntó una morena mientras se sentaban en la cabina de la esquina.

- "¡Hola, Nía! Sí, para mí, pero puede que necesitemos un minuto para mirar el menú". Kara indicó que alguien estaba sentado frente a ella en esta visita.

LA MECANICA  (AU) (Historia Corta) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora