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Martes, asignatura de artes.

Bright amaba vivir y sentirse sin preocupaciones, bueno, ¿Quien no lo haría?. Le gustaba mover sus pies al ritmo de la música, la cuál se escuchaba por todo su hogar gracias a su grabadora, sus manos moverse de lado a lado por los decibeles de la melodía rítmica mágicamente hacían que una sonrisa se dibujara en su rostro.

El cansancio comenzaba a reinar su cuerpo, el sudor bajaba lentamente por su frente, mejillas y pecho, más sin embargo, continúo dando su concierto restándole importancia a su notorio agotamiento.

"Hijo, baja el volumen de tu música, mis alumnos tratan de concentrarse", El señor Vachirawit había enterado repentinamente por la puerta de la habitación de Bright, asustando un poco a éste.

"Claro, lo lamento", Cómo había dicho, bajo el volumen de su música, su padre salió en cuanto cumplió su petición.

"Lo siento muchachos, mi hijo es un poco desobediente" habló para sus alumnos apenado, Aquello último lo dijo en un tono más fuerte de lo habitual para que el nombrado escuchasee.

Y así fue, Bright frunció levemente el ceño y se propuso a subir de nuevo su música, pero ahora mucho más que antes.
La canción "Dark Necessities" podía escucharse hasta la otra cuadra.

"Disculpenme un momento", Sonrió nervioso el padre de Bright para después volver a subir las escaleras con enojo.

Los alumnos de el señor Vachirawit se encontraban confundidos, Win, al igual que todos, asomaron su vista a las escaleras de el establecimiento con curiosidad.

"¡Está bien, bajaré la música!" Se escuchó una voz arriba.

De pronto, el profesor de artes bajó las escaleras para finalmente, proseguir con su clase, tantas interrupciones hicieron que su paciencia se agotara.

"Sigamos con la clase de hoy". Sonrió amable ante los rostros de sus alumnos, estos simplemente asintieron con la cabeza.

La clase de artes se trataba sobre las técnicas de dibujo, cómo mano alzada, puntillismo, témpera, acuarela, óleo, entre otras.

La técnica favorita de Win, sin duda era la mano alzada, amaba dibujar sin algún tipo de instrumento, decía que se veía más natural, a su estilo y original, aunque apenas era un prodigio sobre las técnicas en el mundo de el arte, su manera de retratarlo podía apreciarse sublime, con errores en ella, pero impecable.

Bright sabía una cosa, quizá dos, Win asistía a las clases de artes de su padre, pero también, siempre salía lastimado saliendo de estás, podía deducirlo por aquella noche que lo vió marcharse con el lienzo y con las artefactos de pintura en sus manos, tenía muchas preguntas por hacerle a aquel chico.

"¿Continúas dibujando esa basofia?, El maestro te reprendera", hablo el compañero de Win lo suficientemente fuerte como para hacer que Bright escuchara.

"No me importa si me reprende ese viejo, quiero hacerle saber a la gente que mis obras llevan consigo mensajes, mensajes que ningúna otra persona se atrevería a dar", Habló firmemente Win haciendo que todos los presentes de esa clase voltearan a verlo, algunos con burla y otros con sorpresa.

Las voces comenzaron.

Bright estaba al igual que todos en cuanto sus reacción, usmeando por el agujero de la Manilla perteneciente a la puerta, aunque tenía algo de dificultad para poder distinguir a él joven, al final, logró hacerlo.

A Bright le parecía valiente la forma en la que Win habló, algo genial, no cualquiera llamaría "viejo" a su maestro casi en su propia cara.

"Por cosas como estas, Win,Metawin, no lograrás ser un gran pintor en un futuro", El mayor había intervenido haciédo que las voces de el aula se callarán de por vida.

Painting and Freedom | BrightWin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora