Un viaje accidental.

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La pelirrosa miraba con odio a su marido, que estaba aún más desesperado que ella. No fue su intención cometer tal estupidez, pero mientras duerme sus sentidos siguen alerta, y activar el rinnegan se le escapó de las manos, y Sarada atravesó el portal para perderse sin dejar rastro.

Su nena de cuatro años pudo acabar en cualquier dimensión, estaba sola y desprotegida. La niña siempre buscaba el calor de sus padres, y ahora que no estaba con ellos, cualquier peligro era inminente.

-¡ERES UN IDIOTA, SASUKE UCHIHA! QUIERO QUE RESUELVAS ESTE PROBLEMA ANTES DE QUE TUS TESTÍCULOS ACABEN EN TU GARGANTA...-

Sasuke no dudaba de su esposa ni de su fuerza, no de en balde era una sannin legendaria y heroína de guerra. Conocía su potencial y la veracidad de cada palabra.

Sakura quería llorar de impotencia, su mayor tesoro estaba perdida quien sabe donde, todo por las tonterias de su esposo. No sabía por donde empezar, podía estar consumiendose en el río de ácido que casi la mata durante su batalla contra Kaguya, o en la dimensión del Kamui, o en la luna... No quería pensar a que peligros estaba expuesta su niña.

Sasuke meditaba por donde empezar a buscarla, el chakra de su niña no era común pero si era debil, por lo que sería muy difícil hallar una pista de su paradero. Solo esperaba que no corriera peligro...

(...)

-Aniki, mira es una niña...-

La pequeña miraba el cerezo con alegría, reía con el como si lo conociera de toda la vida. Estaba quieta, sentada frente a la entrada de los terrenos del clan Uchiha. No lloraba, pero estaba sola, lo que preocupó a ambos chicos.

Ambos se acercaron lentamente para no asustarla y procedieron a mirarla más de cerca hasta que ella se percató de su presencia. Itachi fue quien habló primero.

-Hola pequeña, ¿donde está tu mamá?-

-Kaa-san...- la niña señaló el arbol de cerezos y al no ver una cara conocida, sus ojos se inundaron de lágrimas.

-¡Eres un tonto, aniki, ya la hiciste llorar!-

-¡TO-SAN!- sus ojos se iluminaron al ver a Sasuke, un rostro conocido aunque algo extraño. Se abalanzó sobre él y abrazó su pierna, olían igual y se sintió en casa.

-¿Sasuke?-

-Es la primera vez que la veo, lo juro.-

El menor trataba de quitársela de encima, no la conocía, pero la reacción natural de la niña los enternecio a los dos. Itachi trató de ayudarlo hasta que por fin logró despegar a la niña de su hermano.

-¿A ver pequeña, como te llamas?-

-Sa-ra-da-

-Ese es un nombre muy bonito, ahora dime donde vives, es muy peligroso que andes sola.-

-Yo... Yo... Salté por un tunel y terminé aquí.-

-¿No recuerdas donde está tu casa?-

-No lo recuerdo... Gomenasai.- dijo con sus ojos llorosos. Itachi recordó a su pequeño hermano luego de que hiciera una travesura.

-Moo... Tranquila pequeña, ya es algo tarde y es peligroso que andes sola. ¿Que te parece si vas a nuestra casa y mañana te ayudamos a encontrar a tu mamá?-

-Está bien...-

Itachi consoló a la niña hasta que se calmó, llegaron a la casa del patriarca justo a tiempo para cenar. Mientras la madre de ambos estaba en la cocina, el padre estaba en el tatami hablando con el hokage.

Una niñera poco convencional (short-fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora