dos

2K 205 6
                                    

Jungwon estaba sentado encima de las hermosas piernas de Jay mientras lo besaba tan sensualmente. Ambos se encontraban en la casa del Alfa mayor, descansando en el impecable sofá del padre Omega de Jay.

Un carraspeo llamó la atención de ambos, logrando que Jay se avergonzara y por ende se sonrojara, mientras tanto Jungwon solo había elevado una de sus cejas para mirar interrogativo al padre del Alfa.

—¿Qué?— pregunto, le era imposible todavía leer las expresiones faciales de su suegro.

Baekhyun solo negó con la cabeza y señaló a Jungwon haciendo referencia de su mala educación.

—Podrías bajarte de mi hijo para que podamos hablar con formalidad, sin que le metas tu lengua a la boca cada cinco segundos a Jay— Baekhyun se cruzó de brazos, esperando que Jungwon acatará la orden.

Algo que no sucedió. Obvio está, porque el Omega solo se había encogido de hombros.

—Lo siento señor Baekhyun, pero me temo que tengo una debilidad por su hermoso hijo, y no es fácil para mí que me afecte tanto caer ante tal perfección. Así que no, no me pienso bajar de él, quieras o no, vamos hablar así— besó una vez más a un Jay sonrojado que pedía disculpas con la mirada a su padre.

Baekhyun había suspirado, derrotado por novena vez en la hora que han estado sentado ahí.

Ese Omega era un hueso duro de roer, si no era Jay quien le daba las órdenes este no le hacía absolutamente caso a nadie.

—Bien— Baekhyun volvió a carraspear para que Jungwon volviera a dejar de comerle la boca a Jay, el Alfa que se dejaba hacer todo por el Omega menor.— como te iba diciendo, tienes que mudarte a casa con mi Jay. No es de mi agrado que seas un mal educado que no sigue mis órdenes, pero por mi Jay lo aceptaré.

Jungwon dejó de besar a Jay para mirar a Baekhyun y fruncir su frente irritado. ¿Qué él era un mal educado?

—Si no te agrado, ¿Por qué me quieres tener en tu casa?—Jungwon se volteó dramáticamente para enterrar su rostro en el cuello de Jay.

Logrando que Park instintivamente le gruñera a su padre. Y Baekhyun miro indignado a Jungwon, ese Omega atrevido que ha logrado cambios en su cachorro.

En cierta manera estaba contento de que un Omega amará tanto a su hijo, pero que fuera Jungwon era el problema.

—Solo quiero evitar que mi hijo se la pase gruñendo y haciéndome una rabieta por no dejar que viva contigo, así que mejor vive tu aquí—concluyo Baekhyun por fin. El Omega mayor tenía cosas mejores que hacer que estar observando como ese Omega descarado manoseaba a su hermoso gordito.

Jungwon dejó de besar las mejillas rellenitas de Jay para observarlo a los ojos.

—¿Es eso cierto, gomita? ¿Quieres que viva contigo?

Y para el descontento de su padre, Jay asintió eufórico.

Quería tener a Jungwon en su habitación, su territorio, en su cama, desnudo, todas las noches.

Y que monte su polla, las veces que quiera.

—Entonces, si mi hermoso gordito lo quiere, yo me quedo aquí— Jungwon beso los labios del Alfa.— para llenarlo de mucho amor y alimentarlo las veces que él quiera—le dio otro pico.—Además así tendrás más oportunidad de llenarme con sus crías.

Un jadeo sorprendido se escuchó en la sala, ahora el dramático era Baekhyun, quien se había puesto de pie para señalar a ambos.

Jay se había encogido de hombros por la posible reprimenda que recibiría, pero Jungwon lo había abrazado y gruñido a Baekhyun haciéndole retroceder dos pasos.

Jungwon era todo un protector cuando se trataba de su Alfa gordito.

—¡Jay es virgen! ¿ Cómo te atreves a insinuar algo así?— ese fue Baekhyun, modo papá sobreprotector.

Pero lo que no sabía era que Jay ni por asomo se acercaba más a esa definición.

Había visto tantas veces desnudo a Jungwon que no podía contarlo con los dedos de las manos, además dedica más tiempo en follar con el Omega, que estudiar.

Así que si padre no tenía por qué saberlo.

Pero Jungwon tenía que salir de bocazas.

—Ay por favor Baekhyun, no seas un mojigato. Sabes perfectamente que Jongseong ya me follo por la manera en la que huelo— Jungwon ahora cepillo su nariz con la de Jay haciéndolo reír.

Ambos escucharon el sonido de una puerta siendo azotada con fuerza y ahí supieron que Baekhyun se había retirado con muy malas pulgas.

—¿Ahora que le diremos a tus hermanos, Wonie?— habló Jay, poniendo sus manos rellenitas en la cintura de Jungwon con vergüenza.

Le emocionaba tanto tocar al Omega.

Jungwon había chasqueado la lengua, encogiendo de hombros le restó importancia.— Déjame a esos hijos de perra a mí. Ya veremos quién le da órdenes a quien.

Jay solo asintió, aún feliz de que Jungwon se mudará a vivir con él. Hasta el momento el Omega era lo más bonito que le había pasado. Jungwon era completamente cariñoso con él, lo mimaba, lo consentía y lo satisfacía en todo. Todo lo contrario, cuando se trataba de otras personas, ahí el Omega se comportaba tan grosero que a veces olvidaba su jerarquía sumisa.

Pero de sumiso no tenía nada, bueno… solo con Jay.

Ambos tenían una relación oficial con varios meses transcurridos. La primera vez que Jungwon se le había confesado a Jay, el Alfa había estado escondiéndose de él, asegurando que al Omega le faltaba un tornillo porque no podía estar cuerdo con sus gustos.

Pero poco a poco Jay se fue rindiendo, logrando aceptar el cortejo de Jungwon. El Omega tuvo la valentía y el coraje de expresarle su petición de poder cortejarlo y prometiendo que lo haría feliz si le daba la oportunidad de conocerlo.

Fue vergonzoso para un Alfa como Jay, que un Omega lo estuviera cortejando en vez de ser al revés la cosa. Pero estuvo bien, mientras Jungwon le cortejaba con cariño preparando para él comidas y postres, Jay no había tenido problema alguno en aceptarlo.

Y poco a poco con la manera de tratarlo, Jungwon se habla ganado el corazón hermoso y bonito de Jay. Permitiendo que ambos llegasen a tener una gran confianza para dar inicio a una relación.

Y fue en el baño del instituto que llevaron a cabo el primer apareamiento de enlace juntos, haciendo oficialmente el lazo.

Jay oficialmente tenía un Omega a cargo, un compañero que la mayoría de veces le dejaba en claro lo mucho que lo amaba y que por más que él quisiese dejarlo, el Omega nunca lo dejaría ir.

Porque Jay era suyo, su gordito.

—Wonieeee…

Jungwon lo calló tapándole esa deliciosa boca que tiene, negando con la cabeza.

—No cariño, ya me convenciste. Llévame a tu habitación y rómpeme el culo con esa perfecta polla que tienes.

—¡Yang Jungwon!—alguien había gritado.

Y el nombrado solo rodó los ojos.

Observando aún sonrojado Jongseong que yacía excitado por las obscenidades que expresaba.

—Ay no. Ya llegó tu segundo padre.

"𝙔𝙪𝙢𝙢𝙮-𝙅𝙖𝙮𝙬𝙤𝙣"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora