tres

2.1K 194 70
                                    

Jungwon, el macho Omega considerado el más rebelde de la familia, y un dolor de cabeza para sus hermanos, sostenía entre sus manos un bate de aluminio para jugar béisbol, mientras gruñía y expulsaba feromonas en su estado de molestia.

¿ Cómo se atrevían?

—¡Vamos, te reto Alfa de pacotilla! ¡Dile de nuevo gordo feo a mi hermoso gomita!—golpeo la punta del bate en su otra mano, esperando el momento justo para utilizarlo en la cabeza dura de su hermano Daniel.

Arrinconado en la esquina de la habitación, Daniel se encontraba de rodillas, temblando de pánico, porque cuando a Jungwon le tocaban las pelotas no había posibilidad de salir ileso.

El Omega tenía una actitud de perra que daba miedo si lo provocas, y eso habían hecho sus hermanos.

Key, el mayor yacía desmayado en la alfombra de la sala por un golpe con el bate proporcionado por Jungwon, y ahora faltaba el segundo Alfa tonto que se atrevió a insultar a su macho.

—wonieeeee— le llamo Jay, el Alfa gordito estaba sentado en el sofá, comiendo una rebanada de postre que Jungwon le había preparado.—No es necesario que hagas eso. Daniel hyung ya me pidió disculpa.

El Omega solo así bajo el bate, y Daniel le agradeció con la mirada a Jay, porque sabía que este era el única que podía controlar a esa bestia.

—Está bien—Jungwon se encogió de hombros, tiró el bote al alfombrado y se acercó a Jay, para darle un rico beso en los labios dulces a causa del postre—¿Mi gordito bonito, quiere más postre?

El Alfa menor negó, a ese paso iba a rodar.

—No, ya no. Eh decidido controlarme con la comida e iniciar una rutina de ejercicios… bueno, si tú me ayudas también—Jay se sonrojo cuando Jungwon sugerentemente movía ambas cejas al mismo tiempo.

Era divertido jugar con el Alfa mayor, ya que la mayoría del tiempo se sonrojaba por cualquier insinuación sexual que Jungwon le sugerís. Y eso no es como si Jay dijera que no a lo que Jungwon le decía.

—Bien, lo que mi gordito quiera—beso una de sus mejillas—Propongo que a tu rutina se le agregue, dos rondas más de sexo de las que ya tenemos. En total serán seis por día.

¿Te parece?.

En la sala se escuchó la caída de un peso muerto, logrando que ambos voltearan a ver a Daniel desmayado en la alfombra, a un lado de Key.

Jungwon bufó y volvió a poner su total atención en su gordito.

—¿Y?

Jay solo había asentido eufórico, de acuerdo con la proposición de su Omega.
Su Omega.

El joven Alfa se sonrojaba casa vez que pensaba en Jungwon como suyo. Porque lo era, algo que jamás pensó que lograría en su vida. Pero lo hizo.

Eso le demostraba, que por muchos defectos que tenga una persona, siempre había alguien que apreciará esos defectos que posee. Jungwon lo hizo, y Jay lo ama mucho.

—Es hora de volver a casa Gigi, aquí no hay nada más que hacer. Además, hay que llegar antes que el molesto de tu padre Baekhyun, ese Omega me desespera—le comento Jungwon a Jongseong, y este solamente le había sonreído mientras negaba.

—Ya verás que muy pronto te acostumbras—si, el Alfa no era bueno dando consuelo.

Ambos salieron de la casa de los hermanos mayores de Jungwon, para ir caminando tranquilamente agarrados de la mano, disfrutando de la fresca noche.

"𝙔𝙪𝙢𝙢𝙮-𝙅𝙖𝙮𝙬𝙤𝙣"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora