Narrado.

168 29 0
                                    

Entré en su casa a pasos temblorosos, observé como todo estaba deteriorado y lleno de polvo, seguramente por el tiempo que no habías podido estar aquí, ni estarás.

Me encontraba recorriendo todo, entré a tu habitación y cuando sentí el leve olor que identifiqué rápidamente como tu aroma, se sintió reconfortante.

Si ignorábamos la fuerte presión en mi pecho y las lágrimas en mis ojos.

Observé tu cama, no importó lo sucia, pequeña o deteriorada que estuviera, me recosté en ella, queriendo sentirme un poco más cerca de ti, aunque fuese imposible y yo supiese eso, quería engañarme a mi mismo aunque solo fuese un poco.

Duré horas recostado ahí, imaginando que estabas a mí lado, pero de nada servía porque yo sabía que no era cierto, que no estarías de vuelta a mi lado.

Me levanté y comencé a recorrer tu habitación un poco más, abrí tus cajones y ahí lo vi.

Ahí vi una caja de color turquesa, muy hermosa y parecía estar muy bien cuidada, quizás jamás debí abrirla, por mi salud mental.

Ahí vi una caja de color turquesa, muy hermosa y parecía estar muy bien cuidada, quizás jamás debí abrirla, por mi salud mental

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝘓𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘭𝘢𝘣𝘳𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘥𝘪𝘫𝘦.│#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora