- ¿En verdad era un niñato tonto?, ¿Uno que no sabe sobre la vida y que se la pasa en su mundo color de rosa?, te escuché hablando con tus amigos en la biblioteca, el día ya era malo en sí, por la mañana había peleado con mi hermano y quería que la escuela fuera tranquila, pero no fue así, ¿Por qué dijiste todo eso?, cada palabra se clavo como una estaca en mi corazón, dejé el libro que había tomado, pero al tener los ojos borrosos por las lagrimas contenidas no vi que lo había acomodado mal por lo que terminó cayéndose, el ruido alerto a tu grupo y en seguida volteaste, no lo soporté, salí de ahí a paso apresurado con la mirada baja hacia los baños, me aseguré de que no hubiera nadie dentro y me encerré en un cubículo, solté un grito reprimido y comencé a llorar, esperando que por algún milagro tu fueras detrás de mí, que tonto fue de mi parte hacerme ilusiones estúpidas, tonto, justo como mi amor por ti.