Short fanfic
AU colegio muggle.
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Sirius Black lleva dos años tratando con todo su esfuerzo (y con ayuda de algunos regalos, cumplidos y pequeñas bromas) de ganarse el corazón del chico de sus sueños.
Remus Lupin, influenciado por dos de...
Capítulo dedicado a todos aquellos que siempre hemos soñado con tener nuestra propia biblioteca.
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Sirius revisa una vez más su aspecto frente al espejo del baño quitando las pequeñas pelusas de su chaqueta negra y acomodando su cabello con especial cuidado.
— Padfoot, sal de ahí o juro que te saco a golpes — el pelinegro ríe al escuchar la amenaza de James, pues sabe que no sería capaz de hacerlo. De todas formas, abre la puerta solo lo suficiente para ver a su compañero.
— No — la cierra de nuevo frente al rostro del azabache y ríe al escuchar las maldiciones que empieza a soltar en su contra.
Se pone sus anillos y después de unos segundos abre de nuevo haciéndose a un lado para que su amigo se deslice dentro casi empujandolo fuera del lugar.
— Te recuerdo que no puedes adueñarte del baño cada que quieras — el chico se sienta en la cama a lado de su hermano menor quien no parece realmente interesado en el viaje.
— Hoy es un día especial — le recuerda con la misma sonrisa que ha mantenido casi toda la mañana en su rostro.
Sirius se encuentra realmente emocionado, ha rogado por esta oportunidad día y noche, es su momento de demostrarle a Remus que vale la pena y que lo puede hacer muy feliz.
— Lupin te hechizo — el pelinegro se recuesta en la cama y ríe ante la seria acusación de su hermanito.
— En ese caso, él es la más pura de las magias — Regulus resopla y se acuesta a lado de su hermano.
— Gracias, pero no me apetece escuchar como hace que te mojes los pantalones — Sirius se levanta y da una golpe en la frente de su hermano — ¡oyeme!
— Más respeto, sigo siendo tu hermano mayor — el menor ríe mientras se encoge de hombros, contagiandole su risa a su hermano mayor.
— Cómo digas — Sirius se golpea la frente mientras niega con la cabeza y se para frente al espejo de la habitación.
— ¿Me veo bien? — Regulus se para detrás de él y ladea un poco la cabeza.
— Te ves muy nervioso.
El pelinegro suspira con una leve sonrisa y atre a su hermano para ponerlo a su lado: — Lo estoy, he esperado este día desde hace dos años, él es la persona de la que hemos hablando para nosotros, alguien con quien de verdad puedo ser feliz, alguien que no es como nuestra familia.
— No por eso te vas a adueñar del baño, Pads.
Ambos hermanos se voltean hacia el azabache quien lleva una camiseta roja y una toalla envuelta alrededor de la cintura. Sirius nota como su hermano desvía la mirada y su sonrojo no pasa desapercibido para él.
— Potter, pantalones — exige jalando a su hermano detrás de él.
— Ya voy — se quita la toalla y toma los pantalones sobre su cama — ¿estás emocionado?
