Los hermanos Kim tenían una vida perfecta a los ojos de los demas, pero la verdad era que estaba lejos de serlo, en especial para Taehyung. Trataron de vivir de manera normal y monótona.
Hasta que sucedió.
Pero claro, no tiene nada de normal encontr...
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El más grande de los Kim se encontraba en el patio trasero de su casa sentado en uno de los suaves y hermosos sillones blancos hechos de tela impermeable junto a la alberca, el mismo sillón que solía ser el favorito de su padre. Tenía su vista fija en la enorme alberca; podría ser que observaba la pintura nueva que esta tenía debajo del agua cristalina o podría ser que se preguntaba a qué altura le llegaría el agua con su ahora-alta estatura, pero la verdad era que su mente estaba completamente perdida en sus pensamientos.
Junto a él estaba su hermano Taehyung, igual o más ido que él, solo que con su vista puesta en las bellas flores que adornaban alrededor de su casa justo al lado del cerco de madera blanco que los separaba del gran bosque que está justo detrás de este.
Ambos observaban objetos diferentes, pero tanto el castaño como el peli azul, tenían su mente en otra parte. Imágenes llegaban sin parar por las cabecitas de estos dos chicos, recordando su pasado y como su vida había cambiado hasta ese momento.
La familia Kim era una de las más queridas y respetadas en todo el vecindario. El señor Kim Daehyun y su esposa Kim Haneul, eran un matrimonio lleno de mucho amor, tanto que la vida les regaló dos hermosos hijos producto de ese amor inquebrantable. Kim Namjoon siendo el mayor y Kim Taehyung el menor.
Vivían en uno de los vecindarios más prestigiosos y hermosos de todo Seúl. Algunos se preguntaban en qué se destacaba de otros vecindarios, pues aparte de ser uno de los más lujosos, estaba ubicado a las orillas de un gran y hermoso bosque que las familias disfrutaban visitar.
Era perfecto para dar un paseo tranquilo, salir a ejercitarse o simplemente tomar aire fresco. Sus árboles enormes y robustos llamaban la atención de cualquiera, más cuando era época de otoño y estos forraban los senderos con las hojas de cálidos colores dándole un toque hermoso de admirar.
Había animales en él, pequeños y grandes, desde ardillas y conejos, hasta zorros y lobos. Los depredadores habitaban en las profundidades del bosque, por lo mismo en las cortezas de algunos árboles habían unas señales grabadas que les indicaba a las familias hasta donde podían llegar para así evitar accidentes.
Las personas respetaban el límite, pero los animales solamente entendían que al tener hambre, tienen que salir a buscar comida.
Así fue como una mañana de septiembre se escucharon los gritos y suplicas de uno de sus vecinos que estaba siendo atacado por un lobo. Gracias a que los de control animal llegaron a tiempo fue que logró vivir. Lamentablemente quedo con agujeros en todo el brazo ya que el animal lo mordisqueaba sin parar quitándole la sensibilidad en el mismo.
Luego de este accidente tuvieron una reunión entre todos los vecinos para debatir cómo evitar otro ataque. La solución fue construir un cerco alto que los separara del gran bosque detrás de sus casas y con algo de tristeza, lo construyeron. La parte del cerco que correspondía a la propiedad de los Kim fue pintada de blanco a petición de su hijo mayor, ya que era su color favorito; mientras que el resto era de un color marrón oscuro.
