Capítulo I - Una venganza

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El mundo se detuvo.

- ¿Qué...qué quieres decir?

- Sweetie no la encuentra. Lleva una hora esperando en el lugar de siempre. La ha llamado cientos de veces, pero no contesta.- Y no acababa ahí. Angel apretó los labios y soltó el aire que retenía en los pulmones:- Hace cinco minutos encontró su chaqueta destrozada muy cerca de los límites del bosque.

Ella trató de mantenerse serena.

- ¿Dónde está The Sweetest?

- Buscándola por la carretera del Oeste.

Las muchachas se revolvieron nerviosas.

- No perdamos la calma.- aseveró. Hubo otro segundo de silencio.- Dile a The Sweestest que nos reuniremos con ella.- Cada una se subió a su moto y coche respectivo, y adelantaron a Buffy.- Avísanos si Chaos aparece por aquí, Stryker.

- A la orden, jefa.

Stryker inhaló el humo de su cigarrillo.

No paso mucho tiempo hasta que se cruzaron con The Sweetest en mitad del aparcamiento del club Tártaro. Parecía enfadada y miraba ansiosamente su móvil. Buffy se aparcó en un costado y bajó de un salto de la moto. La muchacha no habló, en vez de eso le entregó la chaqueta destrozada de Chaos.

¡Maldición!

Era toda la prueba que necesitaba.

- ¿Que ha ocurrido?

- No lo sé.- La tensión nubló su bonito rostro.- Estoy esperando la llamada de Leo.- les explicó. Leo era la mejor amiga de The Sweestest y también una afamada hacker.- Está rastreando el GPS de Chaos. No sé qué más hacer y si le ocurre lo mismo que a...

- Cálmate.- la tranquilizó.

Su garganta se encogió.

- ¿Deberíamos llamar a la policía?- sugirió Blondie, nerviosa.- Ellos nos pueden ayudar.

- Ellos no actúan hasta que la persona lleve mas de un día desaparecida.- escupió Incendio.- La chaqueta no sería prueba suficiente.

- Pero, ¿que podemos hacer?

- Llamar a K.

Él era el único que podía ayudarlas.

- No me gusta esto, Buffy.- susurró The Sweetest en su oído mientras veían a Blondie hablando por teléfono.- Hace unas noches creí ver la moto de un Clown rondando cerca del club.

Buffy respiró hondo.

- ¿Porque no me lo dijiste?

- No estaba segura y no quería alarmar a nadie.- tragó en seco.- ¿Habrán tenido algo que ver en esto?

Los Clowns eran una grupo de motoristas que se habían proclamado dueños del territorio Oeste. Ellos hacían y deshacían a su gusto, y nadie con dos dedos de frente se enfrentaba a su poder. La razón por la que The Sweetest estaba tan asustada era porque ya habían tenido un gran altercado con ellos tras intentar sobrepasarse con una de sus muchachas. A tal punto que su jefa Ruby, quién mantenía siempre las aguas mansas, decidió vetarlos para siempre. Además de dar a K, el guardaespaldas oficial del Tártaro, la oportunidad de saciar su sed de sangre echandolos a patadas.

Desde ese mismo momento se la tuvieron jurada al club y a todas las chicas que se ganaban la vida tras sus puertas.

Buffy sabía que Jack, el líder de los Clowns, era arrogante y estúpido, y no se quedaría de brazos cruzados ante tal ofensa. La sugerencia de The Sweetest trajo un amargo sabor a su boca. Si aquella posibilidad fuera mínimamente cierta, no quedaría impune.

ÁNGEL DE SEDUCCIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora