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5:50 am

Junmin llegaba con la esperanza de que este macaroon le gustara a Rakwon, el anterior seguro no le gustó por el color suponía el de cabellera castaña. ¿Acaso se había equivocado?

Asomo un poco su cabeza para asegurarse de que estuviera solo el salón de clases y para su suerte lo estaba. Abrió la puerta por completo dirigiendose donde Rakwon se sentaba. Dejo el obsequio y salió corriendo del salón.

6:30 am

Rakwon caminaba con paso relajado a su aula, sintiendo la mirada de algunas chicas que alguna vez le pidieron una cita. Sonrio con arrogancia y las volteo a ver guiñandoles un ojo, las chicas tan solo soltaron una risita chillante y se alejaron rápidamente. El regreso su vista hacía al frente buscando su aula.

Cuando ya estuvo en su aula, su mejor amigo se le acerco para hablarle, pero este parecía retener algo en su boca pues traía una mueca al parecer, era socorrona.

-Rakwonie, ¿Otra ves conquistando chicas?~-– Soltó una risilla después de preguntarle al rubio.

–Hyunjun, ¿De qué diablos hablas?

–Mira tu asiento, Romeo.

Rakwon evitando todas las miradas, se acerco rápidamente a su puesto y  encontró una caja como la de ayer. Esta vez era de color morado con un listón plata y una etiqueta con el mismo apodo: Rakwonie.

El rubio agarro el regalo y lo tiro al cesto de basura, dejando desconcertado a su amigo.

–¡Oye! Y si tenia algo valioso?

–Solo no era nada, no preguntes.

Hyunjun relizo una mueca y se fue a sentar, luego pensaría en como sacar ese regalo antes de que los estudiantes metieran más basura dentro.

Rakwon tan solo quería hablar (sin intentar llegar a la violencia) con la persona que dejaba esos regalos. Con sus brazos cruzados hundió su cara sobre ellos en una mesa y espero que las clases comenzarán.

𝑀𝑎𝑐𝑎𝑟𝑜𝑛𝑠; 𝐽𝑢𝑛𝑚𝑖𝑛 ♥︎ 𝑅𝑎𝑘𝑤𝑜𝑛 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora