✞BTS Más Allá Del Miedo ✞

La niña de la habitación de al lado (Hoseok)

Todo comenzó un 5 de julio, acababa de salir de vacaciones. Estaba muy emocionado porque papá me dijo que iríamos a la montaña a pasar el fin de semana. Papá siempre a tenido ideas muy locas, sobre todo desde que mamá nos dejó cuando yo tenía 10 años.

Ese día por la tarde metimos todas nuestras cosas al maletero y emprendimos el viaje.
Llegamos a un pequeño y apartado hotel donde nos recibió una hermosa mujer de ojos verdes y nos llevó a nuestra habitación.

Estábamos desempacando las cosas cuando escuché unos raros ruidos en la habitación de al lado. Papá estaba ocupado así que decidí ir a mirar que eran esos ruidos.

Me encontré con una niña sentada a la orilla de una cama, sollozando con sus manos cubriendo su rostro. Aún recuerdo perfectamente su pálida piel y su larga cabellera negra, su vestido rojo se veía muy maltratado y sus pies descalzos estaban muy sucios.

Al acercarme un poco la niña dejó de llorar y se destapó su rostro. Un gran grito de horror salió del fondo de mi garganta, no podía creer lo que veía.

Su rostro, estaba completamente desfigurado, quemado y unos de sus ojos era completamente blanco, era horrible.
Salí corriendo de allí y regresé nuestra habitación aún con el corazón latiéndome muy a prisa.

—¿Que pasa Hoseok? ¿Todo bien?
—Hay una - Trataba de recuperar el aire - Hay una niña horrible en el cuarto de al lado
—¿Pero que dices hijo?
—Tienes que verla papá, ven
Lo tomé de la mano y lo llevé a donde segundos antes estaba la niña pero ahora estaba completamente vacía, no entendía

¿Dónde esta?

—Hoseok creo que deberíamos irnos a dormir - Tocó mi hombro
—Pero estaba aquí, lo juro - No daba crédito de lo que pasaba
—Tal vez se fue, venga vámonos

Le hice caso a mi padre y salimos de aquella habitación rumbo a la nuestra.
En la madrugada desperté sobresaltado por un horrible grito, era mi padre. Encendí la luz y vi a mi padre en una esquina de la habitación sangrando de uno de brazos y con el otro cubriéndose la herida.

En la otra esquina estaba la niña, con su rostro desfigurado vestía de rojo y con un cuchillo ensangrentado en su mano.
Traté de levantarme pero me aturdió un mareo tan fuerte que caí desmayado.

Desperté en mi habitación, con el sol entrando por mi ventana. Desde ese día mi padre tiene un su brazo la cicatriz de una cortada, el dijo que se lastimó cocinando y que todo lo que sucedió no fue mas que una pesadilla pero se que miente.

Sobre todo porque ese mismo día por la ventana de mi habitación la vi, a la niña desfigurada de vestido rojo, mirándome fijamente y aun tenía el cuchillo en su mano.