Los días en el palacio pasaron y con ello la pérdida del hijo de Farya, algo raro.
—¿Supiste lo que paso Ayse?— La mire con curiosidad.
—Si mi sultana— Me volteó a ver. —Que bueno que haya perdido a su bebé—
—Igual me alegro, pero no hay que olvidar que era hijo de su majestad el sultán— Dije un poco seria. —¿Tuviste algo que ver con esto?— Su reaccion fue una de sorpresa.
—No se de que habla mi sultana—
—Así que fuiste tu, maldita rata— Me levanté rápido. —¿Como osas a atentar contra la vida de un príncipe de la sagrada dinastía otomana?— Dije furiosa.
—No es lo que piensa mi sultana— Suplico.
—¿Cómo no puede ser lo que pienso?— La mire. —¡Has matado al hijo de Murad!
—No mi sultana— Seguía suplicando.
—¿Cómo que no? ¡Lo has hecho!— Dije para luego levantar mi mano para golpearla pero ella dijo algo que me dejó atónita.
—¡Fue la sultana Gülbahar!— Gritó poniendo sus manos en su cara para evitar el golpe.
—¿Que estas diciendo?— Baje mi mano lentamente.
—La sultana Gülbahar me tendió una trampa junto con Sinan Pasha— Repetía mientras por sus ojos salían lágrimas. —Mi sultana, mis hijos son pequeños, no les permita criarse sin su madre— Me miró.
—¿Sinan Pasha?— Exclamé confundida. —Sabes lo que estas diciendo ¿Cierto?— La mire.
—Si mi sultana, se lo que estoy diciendo—
ESTÁS LEYENDO
Ayla Sultan
عشوائي-¡Yo soy descendiente de la dinastia de Ali Osman! Aquellas palabras resonaban en aquel pasillo lleno de tencion lo cual hacia a una persona temblar -¡Como te atreves a pensar que puedo llegar a ser una serpiente como tu! La llegada de la sultana Ay...