Stanza Rossa

Acto III

Seis meses después 

— Entonces cómo te iba deciendo Winnie conocí a esta niña en el hospital, ella es muy dulce y carismática — por medio de una videollamada se comunicaba el hermano menor.

— ¿Qué te ha dicho Luke Sobre tu progreso? — le preguntaba mientras se alistaba para descansar.

— mmm … al parecer está yendo de maravilla, no puedo salir mucho del hospita, hasta ahorita mi cuerpo lo ha rechazado el tratamiento y he mejorado pero aún tengo que estar aquí unos meses más, por cierto sabes nos visitó El capitán América, estuvo muy divertido.—

— Pudiste hablar con él, ¿Que tal tu inglés? ¿Va mejorando?. — 

— Sí Winnie, Joss me ha ayudado mucho, es el amigo de Luke quién consiguió el donante, Bueno Joss dice que es amigo pero sé que le gusta Luke, se le nota — Bromeaba con su hermano haciendo caras de como se veía el doctor cuando veía a Luke.

— ¿Vas a venir pronto Winnie? Te extraño. — 

El pelinegro siente su corazón arrugarse, claro que quería ir pero tenía que juntar mas dinero para poder darle todo lo que necesita a su hermano — Espero que pronto cielo, me está yendo de lo mejor en el trabajo así que tal vez más adelante vaya. — 

— Por cierto, me dijo Luke que pronto irá a Bangkok, va a visitarte Winnie.—

— Mick, no tengo tiempo para pensar en eso — voltea hacia la pantalla y ve al menor hacer un puchero. 

— Win me tengo que ir, la enfermera me trajo el postre, mañana platicamos sí. — 

— Claro Mick y pórtate bien por favor, puedes pasarme a Luke. —

— Sí, bye Winnie — ve como su hermano le pasa la tablet.

— Vamos campeón es hora de un aperitivo — le decía mientras le daba un pequeño golpe en el hombro como saludo. 

— Hola Luke ¿Cómo va todo por allá?. —

— Bien , tranquila la situación — lograba ver cierto desvío de ojos.

— Me puedes decir que sucede — Win comenzaba a ponerse nervioso. 

— Win, el cuerpo de Mick está rechazando el trasplante, necesitamos hacer otra intervención. —

Win tenía los ojos llorosos, no podía ser las cosas estaban yendo bien, en el trabajo le estaba yendo mejor que a muchos que tenían años ahí, la casa había sido remodelada había comprado un auto para recibir a Mick en unos meses en el aeropuerto, porque volvía todo al inicio.

— Hay algo que se pueda hacer — el pelinegro comenzaba a temer de nuevo.

— Si, una intervención pero está vez hay una niña que será la donante, la próxima semana iré a verte para que firmes los papales — ve como el azabache toma un expediente que lo más probable es que sea de su hermano.

— De cuánto es la suma de la intervención — necesita prepararse.

— $87,345 Dólares, y necesitamos tenerlos la próxima semana, Te puedo hacer un préstamo y tal vez vendiendo la casa.  — 

— No, Mick me hizo prometer no venderla, es lo único que tenemos de nuestros padres, hoy trataré de pedir un préstamo en mi trabajo. —

— Cómo digas, espero y aceptes en esta ocasión mi ayuda Win — El azabache lo veía con ternura, mientras Win mordía su labio inferior, estaba comenzado a robarle su corazón.