Tres en juego ‹ LeChiffre×Jack Ganzer ›

🂵

♤                                                                ♤

Llegó el momento. El momento que todos con ansias esperaban. Una vez los dos oponentes, Bond se tiró un largo:

— ¿Subimos la apuesta? —dijo confiado.

Le Chiffre sonrió.

— ¿Por qué no?

La partida comenzó.

— Apuesto —contestó Le Chiffre.

— Envido.

— Apuesta. Cien mil.

Tras un rato jugando, Jack echó una substancia a la bebida de Bond. James bebió un trago.

— Envida. Quinientos mil. No va. No va. No va. Gana —Le dio fichas a Bond.

James, al darse cuenta de que el albanés le miraba fijamente, se dio cuenta de lo que acababa de beber.

— Reparta sin mí —Se levantó de la mesa.

— Disculpe señor, usted es la ciega grande.

Sin hacer caso, se fue.

— Sigan, por favor.

En el baño, Bond se empezó a marear. Por ello, fue al coche y llamó para pedir ayuda. En la oficina se asustaron.

— Han envenenado a Bond.

Un experto, le habló por teléfono.

— Tranquilícese y haga exactamente lo que le digo. Saque el desfribilador. Póngase los electrodos en el pecho.

— Taquicardia ventricular. Digitalis. ¿Qué le damos? ¿En el botiquín hay anfetaminas?

— En cuanto indique cargado, funcionará.

— Lidocaína... Bond, no puse el botón rojo, ¡no lo pulse ¿entendido?!

— ¡El corazón se le va a parar!

— Solo hay tiempo para una carga antes de que se desmaye.

— Coja el inyector azul e inyécteselo en el cuello.

— Va a perder el conocimiento y el corazón va a seguir latiendo. Pulse el botón rojo ahora, Bond.

Apunto de morir, Vesper llegó y le salvó la vida. Una vez listo, volvió a la partida. Ella no se lo podía creer.

Le Chiffre iba ganando. Al ver a Bond sentarse, le miró.

— Lo siento, esa última mano casi me mata.

— Caballeros, con este cambio de fichas entramos en la fase final de la partida. Ya no se puede recomprar. La ciega grande es ahora un millón de dólares.

Jugaron cuatro jugadores, de los cuales Le Chiffre dio doce millones y Bond cuarenta y dos millones. Ante ello, Le Chiffre igualó la apuesta.
    Había ciento quince millones en el bote.

Tras enseñar las cartas, se pensaba que iba a ganar Le Chiffre, ya que tenía un full mayor. Full de ases seises. Era turno de Bond.

— Cinco y siete de picas. Escalera de color del cuatro al ocho. La mano más alta.

Ante la derrota, Le Chiffre se fue.

— Mister Bond, gana.

Los jugadores se levantaron de la mesa, y James se acercó a Jack.

— Te perdono, amigo. No hace falta que sigas con el paripé. Sé que no le quieres, eres un hombre con buen corazón.

— James, yo...