Tres en juego ‹ LeChiffre×Jack Ganzer ›

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Los años pasaron. Jack y Le Chiffre vivían sin trabajar, con tanto dinero no les hacía falta. Mas aun tenerse el uno al otro y aun tener dos mascotas, se aburrían mucho por lo que decidieron adoptar a:

— ¡Un mini delincuente! Tiene cinco años, es huérfano y roba a dos manos en los parques. He hablado con él y es una ternura.

— Jack, pero es un niño. ¿Quieres tener hijos?

— Yo sí, ¿tú?...

— Si le puedo adoctrinar, claro que sí.

— ¡Claro que puedes! Va a ser nuestro pequeño delincuente, ¡qué orgullo!

Y tras firmar papeles y convencer al niño, lo consiguieron. Consiguieron su adopción. Un niño que les recordaba mucho a alguien, pero el único que sabía a quién le recordaba fue Jack. Era idéntico a Bond. Mas no quiso decir nada, ya que si decía algo probablemente Le Chiffre lo detestaría.

Estaban en casa preparando la comida.

— Eh, Charlie, ¡para!

— ¡Esto por quitarme los rotuladores!

— Maldito crío, estoy por internarlo. ¡Párate quieto o no comes! ¡Quedas avisado! —exclamó Le Chiffre harto

— Puto papá.

— ¡Vuelve a decir eso y te comes la mesa maldito crío!

— ¡Ey! Paz. ¿Qué ocurre?

— El niñato este.

— Bueno, amor, es un niño.

— Un niño que no para de insultarme.

— ¡Tss! Silencio, calla y cocina.

— Por qué ha salido a mí, joder —maldijo en alto.

— Bueno, Chiff, tú le has criado más que yo.

— ¿Sabes qué? Que te adopte otro. Te pienso devolver, enano.

— ¡Yupi!

Ambos se miraron. No, lo de ser padres no se les había dado bien. Tras hablar con el orfanato, lo dejaron allí. Pasaron bastante vergüenza: Charlie estaba encantado de ser abandonado por sus padres.

— Un minuto más con ese crío y me explota la cabeza.

— Bueno, no exageres. Ya estamos solos de nuevo —se rió Jack.

— Ya veo. ¿Y si nos vamos de viaje? Tengo una partida de póker que ganar.

— ¿¡Otra!?

— Ajá.

— Ay... En fin, cómo negarme. ¿Me prometes que después vamos a salir sin cargos?

— Te lo prometo mi vida. Y te prometo una noche loca tú, y yo.

— Cómo negarme a semejante oferta.

Ambos se besaron y, como dicen los cuentos, esta historia se ha acabado.

AGRADECIMIENTOS DE AUTORA:

¡Muchas gracias por leer esta historia! Desde que vi Tempo hace unos días (gracias a Mattie por pasármela :D), tuve clara la pareja perfecta que formaba con Le Chiffre.

No debía morir, y por eso, en esta historia no muere. Ruki, al final vengamos su muerte B)

Si os ha gustado, os recomiendo ver las películas Casino Royale, si no la habéis visto, y Tempo, muy buena película.

Sin más que decir, el universo Madancy es grande personitas, ¡por lo que nos veremos de nuevo!

¡Gracias por leer y por vuestros comentarios! ¡Un abrazo muy grande! :D

Pd: Esto último del niño no era para meter de relleno, sino porque me imagino a Le Chiffre teniendo un hijo y luego acabar odiándolo al tener su mismo carácter, y me hacía gracia la idea xD

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