Los personajes utilizados en esta historia son propiedad de Harry Potter, junto a sus respectivos creadores, los uso sin fines de lucro.
La historia contiene parejas homosexuales, sino te gusta no lo leas (no seas masoquista), de lo contrario espero puedas disfrutarla.
Si llegase a haber alguna falta de ortografía o incoherencias en la redacción, agradecería que me lo hicieran saber para corregir cuanto antes.
AU
OoC
M-preg.
///***///***
Flashback.
Nota de la autora.
cumpleaños
*
*
*
Usualmente todo permanencia en silencio durante las primeras horas de la mañana en aquella mansión a las afueras del tranquilo pueblo, pero este día en específico el lugar era por demás ruidoso, en especial en la cocina, pues un joven que no rebasaba los 20 años se encontraba vigilado por un trio de asustados elfos mientras intentaba hacer un pastel de cumpleaños, estaba muy emocionado tanto que no se dio cuenta del horrible conjunto de ingredientes que hizo llamándolo pastes de cumpleaños, los elfos no sabían si detenerlo y soportar el castigo que seguramente les darían o soportar el castigo por no detenerlo, de cualquier forma ellos pagarían los platos rotos por el desastre del joven manchado de huevo y harina.
Entre tanto ruido que había por el choque de sartenes, el incendio provocado por el horno, o los gritos de pánico del joven ninguno de los elfos ni siquiera el joven pudieron percatarse de una persona que se acercaba a velocidad hacia la cocina, misma que cuando entro y vio el desastre que había no dudo en solucionarlo con un simple movimiento de muñeca, fue ahí cuando vio al joven ahora no solo manchado de harina y huevo, sino también tenia restos de hollín, y algunos de sus revoltosos cabellos castaños chamuscados.
--James ¿Qué estás haciendo? - pregunto viendo a su esposo y dando un profundo suspiro esperando cualquier cosa.
--Preparando un pastel de cumpleaños para Harry- respondió el menor mostrando su perfecta sonrisa para de esa forma no ser reprendido por lo sucedido en la cocina.
--James, quemaste la cocina- dijo como si fuera obvio señalando con uno de sus dedos el lugar para después puntualizar en el desastre que era el joven de cabellos chamuscados y que originalmente eran castaños.
--Fue un accidente- se justificó encogiéndose de hombros.
--James, asustaste a los elfos, quemaste la cocina y te arruinaste el cabello, todo en menos de dos horas... Hagamos una cosa, sal de la cocina y los elfos se encargarán de tener todo listo para cuando Harry despierte- hablo como si le estuviera hablando a un niño, necesitaba guardar cada gramo de paciencia para soportar las ocurrencias; en ocasiones suicidas, de su esposo.
El matrimonio salió de la cocina uno arrastrando al otro que no estaba del todo convencido de que fuera buena idea dejarle una tarea tan importante a los elfos como lo era el pastel de cumpleaños de su único hijo, pero el mayor sabia que esa era la mejor decisión, pues si seguía permitiendo que su esposo hiciera otro desastre en la cocina terminaría quemando el resto de la casa o peor, envenenando a su pequeño hijo que estaba cumpliendo un año, afortunadamente para ambos padres, el pequeño no despertaba hasta dentro de un par de horas, tiempo suficiente para que todo estuviera listo, incluidos ellos. Al entrar a la habitación principal, el mayor envió a su esposo a bañarse mientras él llevaba al cuarto de lavado la ropa sucia, el menor hizo caso, pero al ser él no podía irse de ahí sin decirle a su esposo lo mandón y amargado que era.