-Entra
Seguí a un muy ansioso Josh a su habitación, ya ahí dentro respiré muy profundo y me senté en el suelo con la espalda apoyada en la pared junto a su cama, el hizo los mismo y se sentó a mi lado. Pasé mis manos por mi rostro pensando por dónde empezar a hablar pero las palabras se atoraban en mi garganta queriendo salir de golpe al mismo tiempo, Sentí la calidez de la mano de Josh sobre la mía y entonces voltee a verlo, su mirada me dió la calma que necesitaba para poder hablar, y entonces lo hize:
- Cuando llegué al estudio de Michell tenía unos quince años, sufría de baja autoestima, había pasado por bullying, problemas familiares, el divorcio de mis padres y la danza era mi único consuelo, pero resulta que unos meses después de que empezé a competir mi rendimiento no era el mismo, no avanzaba de la misma forma y me sentía mal porque siempre he sido demasiado exigente conmigo misma; Allí fue cuando el apareció. Steve era bailarín callejero pero de vez en cuando entrenaba con nosotros en ucm, yo lo admiraba mucho y nos hicimos cercanos, el me ayudaba y me enseñaba pasos, trucos y hasta algunas cosas de breaking que me ayudaron a resaltar pero también me hundieron en el ego; Cada vez quería ser mejor y mejor que los demás, y cuando me di cuenta que mi cuerpo ya no podía más el empezó a ofrecerme drogas- Josh me miró preocupado y asombrado en partes iguales pero no me interrumpió, solo apretó un poco su agarre sobre mi mano como si eso en algún modo me ayudara.
- Yo las acepté rápidamente con la falsa creencia de que solo potenciaría mi nivel y nada más. Eran una especie de inyecciones que me hacían sentir muy enérgica, podía pasar todo el día entrenando sin cansarme y por un tiempo me funcionó perfecto, mejore demasiado y para diciembre de ese año estaba bailando con el grupo elite. Ámbar, mi mejor amiga en ese entonces siempre me decía que era mala idea hacerlo, que por más que me ayudara a bailar mejor en algún punto me volvería adicta y así como subí bajaría de golpe, nunca la escuché y ahora me arrepiento tanto de no haberlo hecho - mis ojos se humedecieron recordando todo aquello pero me obligué a mi misma a no dejar caer ni una sola lágrima.
- llegó el momento en el que me quedé sin dinero para seguir comprando las inyecciones de mierda y allí empezó todo, los ataques de pánico y ansiedad, cosquilleos en las manos, desmayos, vómitos y falta de energía. Todo mi rendimiento bajó de golpe en menos de un mes y Steve se aprovechó de ello; Me ofreció drogas gratis si lo ayudaba a venderlas entre los bailarines, desesperada acepté. Aún recuerdo las palabras de Ámbar cuando se lo conté.
- Gia una cosa es que decidas dañar tu vida con esas cosas, otra muy diferente es que dañes a otras personas. No solo es un crimen, estás arruinando a chicos con un gran futuro, no lo hagas!
- deja el drama, me ayudará a conseguirlas gratis además esos chicos me admiran, en cuanto les diga que eso los hará bailar como yo la compraran sin pensarlo y Steve me dará más a mi.
Josh seguía escuchando con atención cada palabra.
- Un día teníamos una importante audición para un instituto de ballet, ámbar amaba el ballet y obvio participó, yo no porque siempre me incliné hacia la cultura callejera pero fui a darle apoyo. Estaba muy nerviosa, al límite que me pidió unas cuantas inyecciones antes de entrar, dudé en dárselas pero al final accedí convencida de que estaba ayudando a mi mejor amiga- Río amargamente - que tonta fuí.
Algunas lágrimas dejaron mis ojos y ahora corrían por mi rostro sin control, Josh se acercó a mi para limpiarlas con cuidado pero más y más salieron. Seguí hablando en medio de hipos y llantos.
- Estaba tan nerviosa que se colocó más de una, al bailar su cuerpo no aguantó y convulsionó. Aún recuerdo que entré corriendo y la ví allí tirada en el suelo y entonces nada me importó más que ella, todos me decían que estaría bien y que ya venía la ambulancia pero yo solo podía pensar en que era mi culpa. Al llegar al hospital falleció por la sobredosis y desde entonces no he podido dormir por la enorme culpa que me persigue a diario.
Los ojos de Josh estaban cristalizados, mientras los míos no dejaban de llorar - Fué, fue mi culpa Josh y... Yo, por esto te aleje... Tu, tu , no podía dejar que te pasara algo a ti también- El me tomó en sus brazos y me refugié en su pecho en busca de consuelo, fue reconfortante tenerlo cerca de nuevo pero aún así mi pecho ardía tal como ese día.
- Luego de eso le conté a la policía quien vendía las drogas y Steve fue a la cárcel por un tiempo, pero no tenían suficientes pruebas así que lo liberaron, por eso me persigue y por eso tengo tanto miedo a que me haga algo, o te haga algo a ti ... Yo, no me lo perdonaría y no puedo perder a más nadie Josh, yo no...
- Shhh,no voy a juzgarte preciosa, puedes llorar en mi pecho todo lo que quieras, no te dejaré.
Y ahí estube mucho tiempo, no se específicamente cuánto pero Josh nunca me dejó caer.
Hola! Por fin sabemos el secreto que Gia carga, espero les guste este capítulo y por favor voten, la historia ya tiene 100 leídas pero tiene poco apoyo:( así que en serio les pido que dejen su voto y si no es mucho, un comentario.
Gracias por leer, los tqm💗
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Bailando con el diablo
Novela JuvenilTodos a lo largo de nuestras vidas batallamos con demonios, ese algo o alguien que representa nuestro mayor miedo o debilidad, pero a veces esos demonios viven en nosotros, son esa parte obscura que no queremos que nadie más vea. Gia es una chica ap...